Las comisiones éticas y jurídicas van a sufrir una mayor carga de trabajo debido a la aceleración de los descubrimientos científicos y de las posibilidades de las nuevas tecnologías en materia de manipulación genética, big data, algoritmos de inteligencia artificial, etc, que cuestionan realidades asumidas hasta ahora y plantean un escenario desconocido. La mayoría de las universidades cuenta con una institución que vela por la ética de las investigaciones y la de la Universidad de Murcia acaba de cumplir 20 años.
La Universidad de Murcia (UMU) conmemora los 20 años de trayectoria de la Comisión de Ética de Investigación (CEI) con el objetivo de resaltar su labor en la defensa de los valores éticos y las implicaciones jurídicas de la actividad científica, así como como con el fin de servir como actividad formativa a todo el Personal Docente e Investigador (PDI) de la UMU.
La jornada, bajo el lema “Haciendo buena ciencia: 20 años de la Comisión de Ética de Investigación de la Universidad de Murcia”, fue inaugurada por el rector de la UMU, José Luján, que destacó la importante labor que desarrolla la Comisión de Ética de Investigación desde su fundación en 2002 y agradeció a todas las personas que han colaborado con ella a lo largo de estos años; también se comprometió a seguir apoyando las competencias de la CEI como garantía de la calidad de la investigación que se hace en la UMU.
La vicerrectora de Investigación de la UMU, Senena Corbalán, que estuvo en la mesa de inauguración junto a la coordinadora de Fomento de la Investigación Pilar Aroca, insistió en que para impulsar una ciencia excelente, “esta tiene que ser técnicamente correcta y éticamente intachable”.
Por su parte, la Asesora de Ética en la Investigación y la Docencia de la Universidad del País Vasco, María Jesús Marcos, recordó que “todo buen investigador debe asumir que los aspectos éticos y legales de los proyectos de investigación no son un añadido estético ni una carga burocrática, sino un elemento fundamental del proceso de trabajo”.
Situaciones de cambio y tiempos de emergencia
Las jornadas se dividieron en dos mesas redondas con el foco puesto en los nuevos tiempos. En la primera de ellas se realizó un recorrido por el panorama de la ciencia actual. En ella, varios representantes de la UMU que han tenido que ver en la constitución y/o desarrollo de la CEI hablaron lo que ha supuesto la creación de comités de este tipo para la investigación.
Más enfocadas en el futuro estuvieron las declaraciones del profesor de la UMU, Jaime Peris, que aseguró que las comisiones éticas y jurídicas van a sufrir una mayor carga de trabajo debido a la aceleración de los descubrimientos científicos y de las posibilidades de las nuevas tecnologías en materia de manipulación genética, big data, algoritmos de inteligencia artificial, etc.
Asimismo, Francisco Martínez, catedrático de Psicología Básica de la UMU, mostró su preocupación por la importancia de fomentar la formación inicial y permanente para el personal investigador: “es preciso empezar por la formación ética y jurídica en los Grados, y profundizar en los Másteres y en el Doctorado”.
Lucía Periago, jefa de Sección de Recursos Humanos de la Investigación y Plan propio y secretaria de la CEI, habló sobre la posible implantación de una aplicación informática que puede suponer una gran ayuda para una gestión más rápida y eficaz de dichos procesos.
Finalmente, el profesor de Filosofía Emilio Martínez Navarro hizo alusión a la existencia, desde enero 2022, de un nuevo Código de Buenas Prácticas en la Investigación de la UMU.
Por otro lado, en la segunda mesa redonda, que llevó por título ‘El papel de las comisiones de ética durante la pandemia covid-19: buenas y malas prácticas’, moderada por el profesor Juan María Vázquez, catedrático de Medicina y Cirugía Animal, se recordó la importancia de “no relajar los requisitos éticos y legales sino, en todo caso, agilizar los trámites para dar comienzo a las investigaciones”. En este sentido, Lluís Montoliu, asesor de la Presidencia del CSIC, recordó, a través de un video, que “para ello solo hay dos vías: o ampliar el horario de trabajo de las personas que han de supervisar, o ampliar la dotación de personal”.
Finalmente, otros docentes y miembros del personal de administración y servicios de la UMU subrayaron la necesidad de dotar de más recursos económicos y personales a la gestión de la investigación para desarrollar una mejor ciencia con nuevas herramientas, y comentaron los avances de los últimos años con respecto a las posibilidades de reducir y reemplazar el número de animales para experimentación.