Pitas en el Cabo de Gata, la invasión que reduce la biodiversidad

Las pitas son un icono del Cabo de Gata.

Un trabajo fin de grado de la Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad de Almería (UAL) pone sobre la mesa el daño medioambiental provocado por la pitas en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.

La polémica está servida. El ya de por sí delicado equilibrio existente en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar se está viendo alterado por una polémica que ha saltado del espacio natural a las calles de provincia de Almería. ¿Pitas sí o pitas no? es la dicotomía que divide la opinión de los almerienses, a partir de una serie de trabajos en este entorno natural acometidos por la Junta de Andalucía en una veintena de hectáreas, para reducir la presencia de esta especie vegetal importada a Almería en los años 50 y que se ha convertido ya en uno de los iconos más reconocibles de este entorno.

Pitas, de México a Almería para producir tejidos

La pita o agave es una planta originaria de México que llegó a Almería como parte de un proyecto para la producción de fibras vegetales y que finalmente resultó fallido, precisamente por la aridez de este enclave natural, que no daba las condiciones para el desarrollo adecuado de esta planta. El resultado de esta experiencia fue la plantación de agave en una superficie de más de 3.000 hectáreas en lo que hoy es espacio protegido, en los barrios capitalinos de El Alquián y Retamar.

Trabajo de campo para recoger escarabajos.

Las pitas campan a sus anchas

A partir de entonces, esta planta se ha adueñado de muchos entornos del parque natural, donde ha restado territorio y presencia a vegetación autóctona, adaptada a las condiciones de aridez y temperatura, y que contribuyen al mantenimiento de la biodiversidad de la zona. Entre ellas, la más destacada es el azufaifo.

Los azufaifares están muy extendidos por el norte de África y Arabia, y en Europa solamente se localiza en el sureste de la Península Ibérica, en las zonas semiáridas de Almería y Murcia. Esta planta arbustiva actúa como fuente de biodiversidad en el parque de Cabo de Gata-Níjar y a su alrededor genera lo que los investigadores llaman “islas de fertilidad”. Y prospera en un entorno tan duro y árido como éste gracias a la capacidad de sus raíces para alcanzar aguas subterráneas.

A pesar de estas capacidades ambientales para un entorno del parque de Cabo de Gata-Níjar, en la provincia de Almería surgieron movimientos en defensa de las pitas, por el valor sentimental y paisajístico, que han contribuido a forjar una de las imágenes más reconocibles de este entorno natural.

Las pitas alteran el equilibrio ambiental

Pero sentimientos aparte, la presencia tan masiva de pitas o agaves en este parque natural ha provocado una alteración del entorno y una reducción de la biodiversidad, tal y como explica en su trabajo fin de grado, Geliana Aranguren, graduada en Ciencias Ambientales por la Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad de Almería.

En su trabajo, Geliana Aranguren comparó la biodiversidad que se desarrolla entorno a los azufaifares y alrededor de las pitas, y para evaluarla de una manera más científica escogió como indicadores a las poblaciones de coleópteros, es decir, de escarabajos.

Escarabajos más comunes en el Cabo de Gata.

Escarabajos en suelo y en arena

La comparación de las poblaciones de escarabajos desarrolladas en torno a una planta de agave y otra de azufaifo se realizó en dos escenarios diferentes, que suelen darse en este parque natural, como los terrenos arenosos y espacios de costra cuaternaria. Y los resultados obtenidos en este estudio de la Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad de Almería demuestran que “la presencia de agave afecta a la abundancia [de biodiversidad] en las zonas de azufaifar en arena y tanto a la diversidad como a la abundancia en zonas de azufaifar en costra cuaternaria”, afirma esta graduada en Ciencias Ambientales por la Universidad de Almería.

Gelania Aranguren escogió los escarabajos como bioindicador por estar al inicio de la cadena trófica y por las repercusiones que su presencia o ausencia tiene sobre el resto de especies que viven en equilibrio en este parque natural. Afirma que los coleópteros son “una gran herramienta para evaluar si las estrategias de gestión son efectivas o si se han producido cambios ambientales rápidos”.

Impacto en la población de coleópteros

Las principales conclusiones alcanzadas tras el estudio de la población de escarabajos presente en las inmediaciones de las pitas y de los azufaifares no dejan lugar a la duda del impacto que esta planta invasora está causando en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Y, a pesar de haber cautivado el corazón de muchas personas, haberse convertido casi si quererlo en una de las imágenes más identificativas de este espacio natural, los agaves han contribuido al deterioro de la biodiversidad de un entorno tan delicado como éste, en la medida en que han restado espacio a las comunidades vegetales autóctonas, que funcionaban como refugio de vida para otras muchas especies y que actuaban como elemento para la conservación de la humedad del suelo.

Geliana Aranguren.

Concretamente, la proliferación de agaves “afecta a la biodiversidad de este grupo de artrópodos, provocando su disminución tanto en términos de riqueza de especies, como en el tamaño de las poblaciones. Esta disminución ha sido observada tanto en los ambientes de arena como en los de costra cuaternaria”, afirma esta egresada de la Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad de Almería.

El trabajo pone de manifiesto la importancia de actuar frente a especies invasoras y poner los medios adecuados para la preservación de las autóctonas, pero lo más destacado de este trabajo es que supone una referencia sobre la que realizar futuras investigaciones que permitan conocer los efectos de la eliminación de pitas en Almería.

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