La compenetración entre los cuatro artistas daba como resultado un sonido perfecto y equilibrado en el que era impercibible cualquier fallo. Un Pepe Viciana entregadísimo dio lo mejor de sí mostrando sus cualidades como saxofonista, tocando de manera magistral escalas e infinidad de notas, llegando a las más agudas. Mientras, Antonio Valero daba cuenta de su buen hacer con su contrabajo, dejando volar las notas picadas que salteaban cada melodía. Sergio Díaz no fue menos con su batería, haciendo méritos con su perfecta manera de tocarla. Y el granadino Pedraza hizo brillar cada canción con su genial manera de tocar el piano.
Viciana quiso dedicar el concierto a sus compañeros músicos, alegando que todos los conciertos se dedican a muchas personas pero, casi siempre, los artistas se olvidan de hacer mención de honor a los que les ayudan a estar donde estar y hacer que los conciertos se puedan llevar a cabo. En especial se quiso dedicar la velada al contrabajista Valero, que era su debut ante el gran público como componente del cuarteto.
La formación demostró ser merecedora del título de padres y precursores del jazz en Almería, ya que gracias a ellos formaciones como la UAL Jazz Band han visto la luz.
La próxima cita del XXII Festival Internacional de Jazz de Almería tendrá lugar la semana próxima, concretamente el 17 de noviembre, también en el teatro Apolo, con el Pablo Martín Quintet y su fusión entre flamenco y jazz, algo que promete ofrecer a los asistentes una velada inolvidable.