El parque con una superficie de 36.700m2 es un ejemplo de infraestructura verde, combina resiliencia urbana y biodiversidad, y protege la playa de San Juan de inundaciones.
Fundación AQUAE analiza en su segunda edición de ‘Encuentros para la Biodiversidad’ los avances y logros medioambientales del parque inundable La Marjal, situado muy cerca de la línea de la costa, en la Playa de San Juan (Alicante). Para ello ha reunido a Jana Marco y Elías Gomis, ornitólogos del parque, y a Amelia Navarro, directora de Desarrollo Sostenible de Aguas de Alicante e Hidraqua.
El parque de La Marjal, proyecto del Ayuntamiento de Alicante que gestionan Aguas de Alicante e Hidraqua, fue construido entre abril de 2013 y marzo de 2015 con el fin de almacenar las aguas pluviales torrenciales que históricamente han provocado grandes inundaciones en la zona. Sin embargo, pronto empezó a sumar otros atractivos más allá de una eficaz infraestructura contra riadas y es hoy un auténtico “pulmón verde” para Alicante que ha convertido un problema en una solución.
Como explica Amelia Navarro, “un parque inundable es una solución basada en la naturaleza que, en el caso de La Marjal, además de resolver el problema de las inundaciones crea un entorno natural biodiverso en un medio urbano. Es capaz de retener y almacenar hasta 45.000 m3 de agua de lluvia y ha demostrado su función ambiental y ecosistémica, además de su utilidad hídrica, con una operativa que no interfiere en los procesos de las aves”.
Un parque inundable convertido en reclamo para aves
Un aspecto destacado por la ornitóloga Jana Marco es el diseño de la vegetación. “La elección de especies arbustivas autóctonas, como lentiscos, romero y lavanda, adaptadas a vivir en Alicante y con unos requerimientos hídricos muy bajos, ha servido para atraer a muchas aves a las que proporcionan no solo refugio sino también alimento y lugares para criar”. En el parque se distinguen cuatro zonas vegetales: la vegetación acuática, de ribera, cultivos de secano y bosque mediterráneo.
Cuatro sistemas distintos de vegetación, reclamo decisivo para las aves, como demuestra que ya se han podido avistar 105 especies, de las que más de 40 se han podido anillar. “Esas más de 1.200 aves anilladas en el parque son la prueba de cómo se puede transformar un entorno hostil en un paraje biológico adecuado”, apunta Elías Gomis, otro de los miembros del equipo de ornitólogos.
La palabra Marjal, proveniente del árabe, significa lugar deprimido que se inunda y si la recuperamos, como se ha hecho, las aves lo detectan y acuden tanto parar unos días, como quedarse, para anidar y también para criar. Es un punto de descanso, con agua y alimento, que reconocen y aprovechan.
El parque La Marjal ha recibido muchos reconocimientos, empezando por ser el que brindó a Alicante el título de Ciudad Sostenible en 2018 por su modelo de gestión, además de haber servido de ejemplo en la COP 25 y estar incluido en el programa mundial de sensibilización contra el Cambio Climático.
Especies poco migradoras que han llegado para quedarse
El top de especies que alberga actualmente el parque alicantino lo lideran la curruca capirotada y los petirrojos, que deberían desaparecer en época de reproducción pero que, para sorpresa de los ornitólogos, se están quedando en el parque los meses de verano en buena proporción. La tercera sería la curruca cabecinegra, una especie poco migradora que ha venido para quedarse.
Entre las muchas otras especies detectadas en La Marjal destaca, por ejemplo, el colirrojo tizón: “Es una de las que más nos ha sorprendido porque está invernando en el parque”, explica Jana Marco. “Hemos detectado otras muchas especies. Durante la época estival hemos visto, por ejemplo, como garcillas cangrejeras y martinetes aprovechan la vegetación para esconderse y pescar, o como gallinetas parejas de zambullines han comenzado a criar” señala Jana Marco.
“En 2016, recién abierto el parque de La Marjal, ya escuché el trisar de 3.000 golondrinas alimentándose. Un espectáculo digno de ver y todo un augurio de lo que el parque podía suponer para las aves”, concluye Elías Gomis.
‘Encuentros para la Biodiversidad’ es un foro de Fundación Aquae en el que expertos y profesionales de diversos ámbitos analizan el desarrollo y los resultados de distintas iniciativas que han logrado proteger y mejorar ecosistemas de alto interés medioambiental, social y económico.