Comisariada por las profesoras del departamento de Arte y Arquitectura de la Universidad de Málaga Inmaculada Villagrán y Dolores Sánchez, las salas del Centro Cultural Provincial María Victoria Atencia acogen desde ayer la exposición INT22, una selección de obras realizadas por la generación del año 21/22 del Máster de Producción Artística Interdisciplinar de la Facultad de Bellas Artes de la UMA.
La muestra es una selección de trabajos que van desde la pintura y el dibujo, hasta la fotografía, la videocreación o la instalación.
Qué artistas participan en la exposición INT22
En dibujo encontramos las propuestas de Eduardo Urdiales y Julia Holtman. María Fernández y Angela Esquinas, que abogan por la importancia de la participación del espectador como parte de la obra de arte. La pintura invade el espacio con las piezas de José Casas y Merishui.
La animación se embarga de ironía en la obra de Alejandro Cantalejo y nos adentramos en el juego de la mano de Javideas. Desde la videocreación, exponen artistas como Tara Vari, que nos lleva a cuestionarnos la identidad, o Marta Pozas, que nos plantea la formación de los recuerdos.
La fotografía de Laura G. Bautista nos traslada a la estructura familiar desde una metáfora a las colmenas de los abejorros. La instalación de Ascensión ahonda en los maltratos producidos en las relaciones interfamiliares. Lucia O’brien nos hace reflexionar sobre el azar con su pieza que transforma lo pictórico en escultórico.
Las fotografías de Sandra Bravo hablan de recuerdos de una familia que se desintegra en su forma. Adrián Escribano nos interpela de forma directa sobre la importancia del encuentro. Julio López, desde el pirograbado, establece una reflexión sobre la normalización de violencia en su Colombia natal.
Por su parte, Bayron Llanos usa impresiones sobre placas de metal para hablarnos del funcionamiento y generación de la memoria. Irene Montero juega con lo Kitsch para crear un video clip de un grupo musical ficticio. Carlota Mula realiza una elevación de elementos cotidianos y las esculturas de Guillermo Muñoz nos hacen reflexionar sobre identidad y género. Por último, Eduardo Ortega propone un juego con un palíndromo.