La Universidad de Almería y COEXPHAL coordinan en Almería Nefertiti, un proyecto para mejorar la transferencia de conocimiento de los centros de investigación a la agricultura intensiva almeriense, que convierte sus fincas en centros de demostración de tecnología para el sector.
La tecnología juega un papel fundamental en la agricultura intensiva bajo invernadero de la provincia de Almería. El modelo desarrollado en esta provincia andaluza ha sido adoptado en muchas regiones, en parte por tratarse de una agricultura muy receptiva a las innovaciones.
Transferencia de conocimiento a la agricultura intensiva
La transferencia de conocimiento desde la Universidad de Almería hacia el sector hortofrutícola ha contribuido a que sea una agricultura muy avanzada. También han incrementado la cuota tecnológica las acciones realizadas por organizaciones agrarias, entidades financieras y administraciones públicas.
Tradicionalmente se ha venido utilizando un modelo de transferencia vertical desde la fuente de conocimiento al agricultor que no ha acabado de calar en el conjunto del sector, bien por tratarse de actividades tal vez demasiado formales o académicas o, simplemente, por una falta de conexión con los propios agricultores. Se ha percibido la necesidad de crear nuevos flujos de conocimiento que complementen las actividades de transferencia tal y como se han venido realizando hasta ahora y en las que un grupo de agricultores sean los protagonistas del proceso y se conviertan en prescriptores de tecnología o buenas prácticas al resto de productores vecinos.
Conocimiento en vertical, horizontal y cadena
Esta es la fórmula multidireccional en red, si se puede llamar así, que explora el proyecto NEFERTITI (Networking European Farms to Enhance Cross Fertilisation and Innovation Uptake Through Demonstration), una iniciativa de carácter europeo en la que la Universidad de Almería, a través de la Cátedra COEXPHAL-UAL, CIAIMBITAL y la Escuela Superior de Ingeniería, y COEXPHAL tienen mucho protagonismo.
Para empezar, está coordinado en Almería por la directora de la Cátedra COEXPHAL-UAL, Cynthia Giagnocavo, que también se encargará de la redacción del informe de recomendaciones de transferencia de conocimiento que será entregado al final del proyecto a la Comisión Europea.
También participan el catedrático de la UAL, profesor Rodney Thompson, que se encarga de coordinar a nivel europeo la línea de trabajo centrada en la eficiencia del uso de agua en horticultura, y Miguel Giménez que coordina los grupos de fomento de la transferencia entre pares, “peer to peer”, en los ámbitos del riego y la fertilización en la provincia de Almería. Desde COEXPHAL, Jan van de Blom se encarga de la línea de trabajo sobre reducción del uso de plaguicidas.
Complemento a las cadenas de comunicación habituales
El proyecto NEFERTITI busca fórmulas diferentes de entender la transferencia de conocimiento científico y tecnológico, y trata de complementar las cadenas de comunicación habituales con canales más horizontales, en los que los propios productores ejercen el papel de “agricultores de demostración”, tal y como son denominados en esta iniciativa.
Un trabajo, en definitiva, en el que se van a testear redes entre iguales, “peer to peer”, de transmisión del conocimiento, para acercar la tecnología a un sector ya de por sí muy abierto a las innovaciones.
“Todavía hay muchos agricultores que se quejan de que no les llega la información. Hay muchos avances relativamente simples que todavía no se han incorporado a la práctica agrícola habitual”, explica Miguel Giménez.
Ensayo de nuevos modelos
El impacto inmediato de esta iniciativa va a ser reducido, reconoce Cynthia Giagnocavo, porque se trata de un ensayo de nuevos modelos de flujo de conocimiento. “Estamos experimentando y buscando la mejor manera de organizar estos sistemas de transferencia de conocimiento”, explica la investigadora principal del proyecto, que también cree necesario revisar el funcionamiento de los flujos de conocimiento actuales para poder valorar la eficacia de los esfuerzos realizados con el fin de optimizar los recursos invertidos.
La información fluye en todas las direcciones. Hay por ejemplo una comunicación vertical, desde los centros generadores de conocimiento hacia los agricultores y técnicos, y, por supuesto, en sentido opuesto, pero también hay flujos con un carácter más transversal entre los propios productores de frutas y hortalizas. En todo este proceso de transmisión de conocimiento es necesario reforzar un sentido de confianza entre todas las partes en la medida en que reducen las distancias entre todos los actores. Forman, en palabras de Giagnocavo, una “red” y una “cadena”, que revierte en el avance del sector agrícola.
Trabaja con herramientas y prácticas existentes
En NEFERTITI no se desarrollan nuevas tecnologías, sino que se trabaja con herramientas y prácticas que ya funcionan en una parte del sector. Cuestiones tan simples como actividades demostrativas con dispositivos que permitan medir la humedad del suelo, con décadas en el mercado pero que todavía no se han incorporado de una forma masiva al conjunto de las explotaciones hortofrutícolas.”
Thompson afirma que se necesita un paso más en la tecnificación de los invernaderos, para incorporar las tecnologías de apoyo a la decisión y sistemas de control en tiempo real para el riego.
“La idea es mostrar la tecnología en uso: sensores de suelo, programas informáticos para detectar las necesidades y planificar el riego. También la mezcla de aguas de fuentes diferentes, una práctica con la que se mejora la calidad del agua y se consigue agua adecuada para un cultivo particular”, explica este investigador de la Escuela Superior de Ingeniería almeriense.
Una experiencia nueva para la agricultura intensiva
NEFERTITI es una experiencia novedosa que si da buenos resultados, supondrá un revulsivo para un sector en evolución constante. Introduce una forma nueva de trabajar, una fórmula basada en el conocimiento y su transmisión efectiva, con la que se rompan las barreras que hoy día existen entre los centros generadores de conocimientos y los beneficiarios de esos avances. “No tiene sentido que haya una institución generando conocimiento básico y después no tener gente interesada en aplicarlo, o al revés”, afirma la investigadora principal de este proyecto europeo.
El éxito de NEFERTITI supondrá también un avance en la rentabilidad de las explotaciones agrícolas pero, sobre todo, significará que instituciones generadoras de innovaciones como la Universidad de Almería, IFAPA o la Estación Experimental de Las Palmerillas (perteneciente a Cajamar) refuercen su compromiso con el sector y sean capaces de acercar la tecnología a los principales interesados en utilizarla: los agricultores.