La Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente iniciará esta semana los trabajos para combatir la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa Schiff) por medios aéreos en 2.500 hectáreas de pinar, en los municipios de Murcia, Lorca, Librilla y Albudeite.
La procesionaria del pino es una plaga endémica que sufren los pinares de la Región, especialmente en las solanas de todas las repoblaciones, y se ve favorecida por las condiciones de sequía y temperaturas benignas.
Durante el año 2016 se inventariaron y cartografiaron más de 10.000 hectáreas afectadas por procesionaria del pino en sus diferentes grados de infestación, que van del 1 al 5. Los grados 3 y 4 son tratables de forma masiva por motivos técnicos y biológicos de la especie.
En los montes a tratar se han establecido bandas de seguridad de 100 metros, para salvaguardar láminas de agua superficial, asentamientos apícolas, áreas recreativas y cultivos.
De cualquier modo, las áreas recreativas tendrán un tratamiento específico por medios terrestres durante los meses de diciembre a febrero, fechas en las que se espera la presencia de orugas con pelos urticantes.
El producto fitosanitario que se va a utilizar está formulado a partir de la bacteria Bacillus Thuringiensis var. Kurstaki (BTK), insecticida biológico específico de larvas de lepidópteros que actúa por ingestión.
Defoliación de pinares
El pasado otoño-invierno, durante la última fase larvaria del ciclo biológico, la procesionaria provocó un grado importante de defoliación en numerosos pinares de la Región. Aunque el nivel poblacional de la procesionaria no está ligado a la debilidad del arbolado, sus ataques sí provocan una clara debilidad a los pies que facilitan la entrada de otros agentes como los perforadores.
Los montes defoliados por la procesionaria pueden llegar a ser intransitables e impedir su uso público por las afecciones que producen las orugas debido a la emisión de pelos urticantes.
La Dirección General de Desarrollo Rural y Forestal lleva a cabo desde 2007 un Plan de lucha integral contra la procesionaria del pino, que abarca, ente otros aspectos, prácticas selvícolas anuales destinadas a favorecer la vitalidad del arbolado, tratamientos aéreos, si procede, tratamientos con vehículos terrestres, instalaciones de trampas de feromonas en montes públicos, donación de trampas G y feromonas específicas a los particulares que lo solicitan.
También incluye la distribución de trípticos de información para la eliminación de bolsones en jardines y en pequeñas áreas, así como labores de información a propietarios de los montes y gestores y acciones formativas para los técnicos responsables de la Administración.