En “Identidades anónimas”, el escultor Moisés Gil reflexiona sobre el ser humano y su desarrollo en el mundo contemporáneo a través de sus representaciones de individuos. Una muestra filosófico-conceptual que une arte y filosofía.
El escultor de Cocentaina expone en el MUA el resultado de años de investigación alrededor del ser humano y su desarrollo en el mundo contemporáneo en los diferentes contextos de crisis: sociales, humanitarias, económicas o de identidad. Sitúa sus representaciones de individuos en diferentes estructuras escultóricas para señalar mejor el lugar del hombre en el mundo. La exposición se inaugura mañana viernes 6 de mayo a las 19.00 horas y podrá visitarse hasta el 10 de julio en la Sala Patio del MUA.
El autor plantea en esta muestra una reflexión activa que repiense el tiempo presente y que empuje a aportar el personal pequeño grano de arena para erradicar situaciones sociales nocivas. Sus personajes son una representación conceptual del hombre solitario que anda con los brazos caídos y sin rumbo conocido, es la imagen sencilla del hombre ordinario y de su enorme humanidad, que mantiene el equilibrio, que anda como única fuerza vital razonable y que se abre ante los fatigosos problemas y vicisitudes de la vida. El concepto total de hombre, de mundo, de naturaleza, de solidaridad, de compleja sociedad, de necesaria rebeldía, de honesto compromiso, del ser y de la nada, de la plena vida cotidiana, o de utópicos proyectos vitales son los conceptos metafísicos que presentan las esculturas de Moisés Gil, con explicaciones, diálogos y ontologías de un mundo que no cesa de rodearnos y con el cual nos vemos obligados a interactuar a lo largo de nuestra vida.
La obra de Moisés Gil puede ser calificada de filosófico-conceptual porque invita a la reflexión y a la acción del individuo en constante lucha existencial. No hay separación posible entre arte y filosofía, la creación es una forma de rebeldía humana contra lo absurdo de un mundo lleno de contradicciones, carente de sentido y de coherencia.