Un deportista recorrerá “1000 kilómetros contra el cáncer” desde La Barca de la Florida (Jerez de la Frontera) hasta Santiago de Compostela siguiendo la ruta de la Vía de la Plata. Juan Pedro Orellana (Juampe), que superó un cáncer en 2009, es desde entonces es un habitual en pruebas de resistencia y corre siempre en favor de la lucha contra el cáncer.
Hace unos meses, conoció un proyecto de investigación en Células Madre Cancerígenas de la Universidad de Granada liderado por los profesores Juan Antonio Marchal y Joaquín Campos, y se propuso correr una maratón diaria que lo llevará a través de Cádiz, Sevilla, Badajoz, Cáceres, Salamanca, Zamora, Tras os Montes e Alto Douro, Ourense, Pontevedra y A Coruña.
“Juampe” Orellana se ha propuesto hacer el Camino en 28 etapas, unos 1000 kilómetros, con la idea de hacer llegar a la sociedad un mensaje claro: la necesidad de invertir en ciencia en nuestro país, particularmente en la investigación contra el cáncer.
El dinero que se recaude será donado a un grupo de la Universidad de Granada liderado por Juan Antonio Marchal, responsable de la “Cátedra Doctores Galera y Requena de Investigación en Células Madre Cancerígenas”.
iMUDS: indicadores de rendimiento y salud
El Instituto Mixto Universitario Deporte y Salud (iMUDS) de la Universidad de Granada ha realizado esta semana una valoración integral a Juampe, obteniendo numerosos indicadores de rendimiento y salud deportiva imprescindibles para asesorar y preparar de forma personalizada el desarrollo de la prueba que va a realizar. Entre otras pruebas, se ha realizado una valoración biomecánica de su postura, un estudio de aspectos podológicos, estudio biomecánico del gesto de carrera, análisis de su calzado, composición corporal, etc.
Los investigadores de la UGR han empleado las más avanzadas tecnologías deportivas disponibles en el iMUDS “para constatar la capacidad del deportista para afrontar el reto”.
Los resultados de las pruebas “han sido positivos”, señala Víctor Manuel Soto Hermoso, director del iMUDS y responsable del “Laboratorio Human Lab”, que ha realizado las pruebas con la colaboración de Alejandro Molina Molina, biomecánico del iMUDS.