En el principio, realmente, la sobriedad de las sombras. No se trata de captar el horizonte sino de destacar el enigma de una naturaleza ancestral. Es este rasgo lo que propicia el encuentro íntimo con imágenes captadas en el sub-desierto de Tabernas durante años. Fruto de ello es la exposición ‘En el principio’, que el fotógrafo Francisco Javier Blanco Martín (Badajoz, 1957) expone en el Aula de Cultura de Unicaja, hasta el día 12. Y el encuentra es interesante por el reto creativo del autor, por lo inusual en estos tiempos de la técnica fotográfica, imágenes en blanco y negro, riguroso trabajo del fotógrafo en su laboratorio, exigencia en la selección y el uso de una cámara analógica. Nada que ver con lo digital, en este caso.
Lo importante es adentrarse por las imágenes propuestas. Cada una es un mundo personal, con la posibilidad de entrar en la intimidad que encierra cada mirada sobre el paisaje, hasta el punto de insinuar una poética de la imagen fotográfica. El encuentro entre fotografía y poesía es, pues, posible. El autor muestra su itinerario sobre el sub-desierto, con un texto escrito a propósito para la exposición, que explica su inmersión personal: ‘En el principio… Tabernas. Cuando todavía no éramos. Con la huella del mar primigenio. Y sólo como un guiño final, la presencia del hombre’.
El silencio permanece en las imágenes. Planteamiento de una naturaleza que esculpe desde hace milenios su orgullo de superviviente, ante la mirada insólita de los intrusos. Siempre las sombras, caminos aparentemente a ninguna parte, rocas, luces, palabras ocultas en el aire, aridez, el espíritu que permanece en vías de extinción. Y la realidad humana, ajena, casi desapercibida. Es el tiempo concedido al sub-desierto para desplegar su oratoria geológica y descubrir su esqueleto interior.
El autor ha recorrido en solitario, a lo largo de años, lugares y parajes de Tabernas. Y esa condición le acompaña y transmite en sus imágenes, la de solitario en el panorama cultural de Almería. Fotógrafo, periodista, observador al margen de encuentros, grupos y sistemas. Javier Blanco se representa a si mismo desde la contemplación. En 2004 compareció con su único libro, hasta ahora, ‘Álbum’ (Centro Andaluz de la Fotografía), “la fotografía es en buena medida memoria”, imágenes de “fotógrafo de fin de semana”, con un prólogo del escritor Antonio Orejudo, que situó las imágenes con el fotógrafo “entre la ironía y el desamparo”.
Después han sido dos exposiciones. Primero, ‘Retratos’ (Aula de Cultura de Unicaja, 2005), con medio centenar de personajes almerienses, en una recreación personal de cada uno para desvelar “la Almería que me interesa y en la que me siento cómodo”. Y ahora, ‘En el principio’, una entrada al paisaje del sub-desierto de Tabernas como un enigma por desvelar.
(Publicado en IDEAL-Almería, martes 9 de febrero, 2010, página 23)
