Aplicar la ingeniería para mejorar el golpe en el juego de pádel, ese es el objetivo de los profesores de la Universidad de Málaga Germán Castillo y Felipe García, que han desarrollado simulaciones numéricas para estudiar la respuesta de la pala frente al impacto de la pelota, con el fin de identificar los materiales más adecuados para su composición, así como su relación con parámetro de interés como la rigidez, la absorción de la energía o, incluso, el tamaño, número y distribución de los agujeros.
Este proyecto pionero se ha llevado a cabo junto con la compañía malagueña ‘Shark Padel’ y, en concreto, se ha centrado en su modelo de pala ‘Marvel’, realizado en fibra de vidrio, carbono y espuma polimérica. Un convenio de colaboración, cuya fase preliminar acaba de finalizar, que acerca la empresa a la I+D+i que se genera en la Universidad, en busca de un aumento de su competitividad y posición en el mercado.
¿Por qué una pala funciona mejor que otra?
Es la pregunta que estos dos investigadores de la Escuela de Ingenierías Industriales tratan de desvelar “jugando” con los modelos numéricos. “Primero caracterizamos los materiales que la componen para obtener sus propiedades y, luego, introducimos estas en el modelo numérico de elementos finitos que hemos desarrollado, a partir de los ensayos realizados con la máquina de impacto vertical CEAST 9350, que mide su repetitividad”, explica Castillo.
Un trabajo complejo que ya ha dado los primeros resultados. Y es que, según destacan los profesores, de las propiedades viscoelásticas y la rigidez de los materiales depende, en gran medida, la respuesta de la pala. De ahí la importancia de definir su composición y el estudio sistemático de la misma.
Un análisis innovador con el que la gran mayoría de las empresas no cuentan, pero que, sin embargo, se traduce en ahorro. “En el pádel se trabaja mucho con las sensaciones. Son los jugadores los que directamente prueban las palas y las valoran. Nosotros nos adelantamos. Damos una evaluación técnica previa, que equivale a un ensayo virtual con el que, si detectamos que no funciona, nos podemos saltar el prototipo”, afirma Castillo, quien también señala que otro beneficio, sin duda, es la mejora en el proceso de fabricación.
Resultados
Tras esta primera fase de trabajo, los investigadores detectaron que un cambio en la geometría de la pala permitía evitar roturas prematuras. “Observamos que si modificábamos el borde de la pala esta mejoraba”, aclaran.
Los fabricantes de ‘Shark Padel’ han creado dos nuevos modelos de palas, que ya están en venta, en base a estos primeros resultados. “Esta colaboración con la Universidad de Málaga nos permite estar fuera del circuito habitual, ir por delante”, señala Daniel González, fundador de la empresa, junto al emprendedor Alfonso Jiménez.
Hasta el momento, la compañía cuenta con una gama de seis modelos de palas made in Málaga que, sin embargo, han encontrado fuera de España su principal mercado. Francia e Inglaterra son sus mayores clientes, a los que recientemente se ha incorporado Senegal.
Una investigación aplicada, sin ánimo de lucro, liderada por los profesores del Área de Mecánica en los Medios Continuos de la Escuela de Ingenierías Industriales de la UMA, Germán Castillo y Felipe García, que busca establecer sinergias con el sector empresarial y que no termina, sino que avanza a la búsqueda de nuevos resultados.