Aunque en cualquier momento del año se pueden producir problemas con la deglución que provoquen un atragantamiento, en las fechas de Navidad y final de año, las comidas y cenas de celebración incrementan las probabilidades de que suceda, en gran parte porque no se come lo mismo que el resto del año. La maniobra de Heimlich es la respuesta de primeros auxilios que se debe dar en estos casos.
El atragantamiento ocurre cuando un alimento o un objeto extraño se atora en las vías respiratorias produciendo asfixia, es decir que el oxígeno no llega a los pulmones ni al cerebro, y si no se actúa rápidamente puede provocar la muerte. Una persona que está atragantada presenta una tos que se vuelve inefectiva y silenciosa, tiene dificultad para respirar y hablar, se lleva las manos al cuello y pierde la conciencia.
Cómo se realiza la maniobra de Heimlich
La maniobra de Heimlich, fácil de ejecutar, consiste en tratar de oprimir el tórax con el fin de que, al comprimirse, el aire que hay en los pulmones expulse el cuerpo extraño que se encuentra en la entrada de la tráquea. Esta vía aérea está protegida por la epiglotis, localizada en la garganta, detrás de la lengua y al frente de la laringe, y su función es impedir que los alimentos lleguen a los pulmones, para no atragantarnos ni toser.
El profesor José Ricardo Navarro Vargas, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), señala que “la maniobra salva vidas porque cuando el atragantamiento ocurre es importante reaccionar en el menor tiempo posible, ya que si el cerebro deja de recibir oxígeno, después de dos minutos se presentan daños irreversibles de las neuronas”.
Cuáles son los factores de riesgo de atragantamiento más comunes
En los adultos, algunos factores de riesgo para el atragantamiento son: el uso de prótesis dentales móviles, el consumo de alcohol, las enfermedades crónicas, la poca masticación de los alimentos, comer trozos grandes de carne, o tragarse espinas de pescado o huesos de pollo.
“La mayoría de estos accidentes ocurren cuando la persona come y simultáneamente realiza otras actividades como caminar, correr, hablar o reír”.
“En los menores de 5 años, que están en etapa de exploración, se presenta cuando se introducen en la boca juguetes pequeños, dulces o canicas. Por eso es importante que los padres de familia o los cuidadores estén atentos a prevenir estos sucesos”, anota el especialista.
Los cuatro pasos fundamentales en una maniobra de Heimlich
La maniobra Heimlich, también conocida como compresión abdominal subdiafragmática, fue introducida en 1974 por el médico estadounidense Henry Heimlich, especialista en trastornos gastrointestinales, a quien la reanimación del mundo le debe mucho.
Esta consiste en cuatro pasos básicos. Primero, preguntarle a la víctima del atoramiento “si está atorada”, lo cual permite determinar si la obstrucción es parcial o total.
Si la persona puede hablar, hacer ruidos, o tose ruidosamente, se considera que la obstrucción es leve. En cambio, si no puede respirar, hablar ni hacer ruidos, o si se agarra el cuello con una o ambas manos –signo típico del atragantamiento–, se considera que la obstrucción es grave.
Posteriormente, se le pide a la víctima que tosa, pero si no emite respuesta sonora y confirma con su cabeza que está atorada, entonces se procede al siguiente paso, que consiste en aplicar la maniobra de Heimlich en posición de pie. El rescatador se debe parar detrás de la víctima y rodearla con los brazos alrededor de su cintura.
Tercero, agarrar uno de sus puños con la otra mano y colocar el lado del pulgar del puño contra el abdomen de la víctima, ligeramente por encima del ombligo y por debajo de la caja torácica (el pecho). Cuarto, presionar el puño contra el abdomen de la víctima con un empujón rápido hacia arriba. Esta acción se debe repetir varias veces si es necesario.
Si la víctima está sentada, el rescatador se debe colocar detrás de la silla de la víctima y realiza la maniobra de la misma manera.
La maniobra Heimlich ha sido validada a lo largo del tiempo y ha permitido que figuras públicas populares sobrevivieran. Es el caso de la cantante Cher, que se asfixió tomando pastillas multivitamínicas durante un ensayo; el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, quien se ahogó con un maní viajando en su avión; y la actriz Elizabeth Taylor, quien sufrió asfixia mientras comía.
El éxito de la técnica depende de la adecuada información que se le transmita a la comunidad, pues allí es donde ocurren la mayoría de los casos por asfixia.