Aumenta la agitación en el interior de Calar Alto. Los trabajadores del centro astronómico hispano alemán se reúnen hoy con el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la sociedad alemana Max Planck, para negociar su nuevo convenio colectivo. Si no se llega a un acuerdo, el personal del observatorio está dispuesto a ir a la huelga.
La negociación se va a realizar en el marco del servicio extrajudicial de resolución de conflictos laborales (Sercla), y tiene como fin acordar un convenio colectivo. Los trabajadores del centro mostrarán su interés por que las cúpulas de Calar Alto cuenten con una viabilidad grarantizada más allá de 2018, cuando expira la gestión compartida entre hispano-alemana.
Los trabajadores están dispuestos a aceptar un recorte en presupuestario de hasta un 25 por ciento con respecto a 2012, cuando el centro contaba con un presupuesto total de cuatro millones de euros.
El cálculo de los trabajadores se hace en base a los datos obtenidos por un comité técnico y otro económico dependientes del CSIC, que ha estimado que el presupuesto mínimo para un correcto funcionamiento del observatorio rondaría entre los 2,7 y los 3,3 millones de euros.
Actualmente, el observatorio cuenta con un presupuesto de 1,6 millones, ampliable hasta 2,2 a través de la oferta de servicios externos. Desde que comenzó el conflicto, en menos de un año nueve de los 47 trabajadores han sido despedidos, y por Calar Alto ha visto cómo dos directores cesaban en su cargo: David Barrado era sustituido por José María Quintana, y éste dimitó de su puesto al entender que no podía gestionar el centro con ese presupuesto.