La doctora en Comunicación y directora de Taller Telekids, Jacqueline Sánchez, afirma que “las fake news son un problema que nos perjudica a todos, pero la sociedad no es consciente de cómo está afectando a los niños y adolescentes: se enfrentan a la desinformación sin herramientas que les ayuden a identificarlas, siendo además una generación especialmente vinculada a Internet”.
Sánchez ha realizado esta afirmación en el curso Alfabetización mediática. Desinformación y adicción a las redes sociales, dirigido por Francisco Javier Paniagua, profesor de la Universidad de Málaga (UMA), que se incluye en la programación de los Cursos de Verano en la Sede Tecnológica de Málaga de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), y donde ha impartido el taller Claves para educar acerca de las Fake news.
La doctora en Comunicación defiende que hay que pasar a la acción y combatir este fenómeno, “educar contra la desinformación es tan importante que debe implicar a la escuela, a la familia, y a los medios de comunicación. Teniendo en cuenta que es un fenómeno cambiante, que nos sorprende en muchas ocasiones, es fundamental desarrollar competencias y destrezas para manejarse en la ciudadanía digital del siglo XXI”.
Durante su intervención, ha destacado la importancia de que los niños y adolescentes conozcan lo antes posible cómo se maneja la información y también la desinformación.
A su juicio, el proceso de educar sobre las fake news debe llevarse a cabo bajo tres ejes: humanista, digital y motivador. Desde el punto de vista humanista porque los más jóvenes deben entender que todos podemos ser víctimas de las noticias falsas. El ser humano tiende a creer basándose en sus emociones. Desde la perspectiva digital porque nos conviene reconocer los distintos tipos de contenidos falsos que nos invaden en internet y sobre todo en las redes sociales. Es decir, identificar por ejemplo cuando estamos ante una sátira, un contenido engañoso o una fuente impostora, entre otros. Y, por último, el proceso educativo sobre las fake news debe implementarse de manera motivadora y participativa. Esto se logra sobre todo con la disposición del docente que debe utilizar recursos y acciones atractivas para explicar este fenómeno a los más jóvenes. “En la actualidad se están desarrollando, sobre todo en países como USA y Canadá, recursos educativos muy interesantes que van desde los carteles informativos hasta juegos interactivos, pasando por recursos cercanos a los estudiantes como el cómic”, ha añadido.
Sánchez trabaja junto a Enrique A. Martínez, jefe del Servicio Audiovisual de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), en la alfabetización mediática con niños/as y adolescentes a través de la iniciativa Taller Telekids desde hace más de 20 años. En los últimos tiempos han incluido el tema de la desinformación porque les preocupa. Para Martínez, “las noticias falsas son un problema mundial, como una pandemia. Afortunadamente también tenemos ya una vacuna: la educación mediática”.
Son autores de 3 libros sobre la materia, Educar en el aula sobre Fake News, un recurso educativo destinado a los docentes que incluye un Cuaderno de Trabajo; Con las Fake News no se juega, una publicación escrita con un lenguaje cercano a los niños/as y adolescentes; y Eva la pequeña reportera. El reportaje de las noticias falsas, un libro de ficción educativa donde los niños aprenden de las aventuras de los protagonistas.
Por último, Sánchez agrega que “ya empezamos a ser conscientes de que tenemos el poder de parar las fake news cuando no compartimos bulos o informaciones dudosas. Se debe normalizar este tema en el aula y en los entornos donde se desenvuelven los niños y jóvenes, para que aprendan a distinguir la desinformación y a apreciar el buen periodismo”.