Uno de los lugares más emblemáticos de la cultura almeriense, el Casino de Dalías, se está convirtiendo durante tres días en el lugar de debate y puesta en común sobre el gran beneficio que aporta la vegetación en zonas urbanas.
Con una veintena de ponentes de una alta cualificación profesional, dio comienzo el curso de verano de la Universidad de Almería Espacios verdes urbanos: hacia una ciudad sostenible.
El rector, Carmelo Rodríguez, resaltó que en el mismo “se analizará la nueva ley para un urbanismo sostenible de Andalucía, que en la actualidad se encuentra en fase de anteproyecto, un proceso de consulta y aportaciones de los interesados, y también se abordarán las directrices y metodología que se sigue en el Plan Director del Arbolado Urbano”. Por primera vez en la historia, más de la mitad de la población mundial vive en zonas urbanas, y para 2030 se estima que ese porcentaje superará el 60%.
La metodología ha sido explicada por el propio rector al matizar que “para tratar esos contenidos se alternarán las sesiones técnicas en un espacio tan emblemático de Dalías como es su Casino, con sesiones prácticas en el Jardín Botánico “La Almunya del Sur”, situado en El Ejido, más en concreto en el paraje de Tarambana.
Su director es al mismo tiempo codirector del curso junto a Esther Giménez, directora del CECOUAL. Se trata de Manuel Sánchez, que ha elogiado al que considera como un “grandísimo equipo” en referencia a los ponentes, “de gran talla profesional todos ellos”, añadiendo otras temáticas centrales como “la sostenibilidad en la arquitectura, las plantas crasas almerienses, las bondades de las cubiertas vedes en los edificios y su montaje, el modo de hacer un jardín sostenible y comestible de utilidad pública, la biodiversidad urbana, la resilencia en los proyectos urbanos y el bosque en la ciudad”.
Vistos todos esos elementos, y tras “trabajar todos ellos”, se elaborarán una serie de conclusiones “para intentar, en la medida de lo posible, abordar este problema que hay sobre en las ciudades”. Sobre precisamente las conclusiones ha hablado en tono receptivo el alcalde de Dalías, Francisco Giménez, al reconocer que “por mucho que se quiera, no lo hacemos bien, nos falta mucho”, y al mismo tiempo esperar con interés las medidas que saldrán del curso: “Que me las aportéis y poco a poco las iremos poniendo en práctica”. Giménez ha sostenido que “los espacios verdes son espacios para vivir”, así como la necesidad que tienen los políticos de ser instruidos por expertos y especialistas: “Aquí se hablará estos días sobre conceptos tan importantes como biodiversidad, jardín, bosque, naturaleza, sostenibilidad…, y todos van a estar aderezados con espacio público, con vida, valores que acentúan nuestros anhelos como ciudadanos, así que es un curso clave”.
Carmelo Rodríguez ha agradecido esa predisposición del primer edil, así como al presidente del Casino, José María Criado, ser tan buen anfitrión para un evento como este. El propio Criado ha tomado la palabra para no solo dar la bienvenida a su casa, precisando que “este año se ha puesto una sala más grande y más cómoda” y que recibir un curso de verano encaja a la perfección con la propia idiosincrasia del Casino: “Son 113 años de historia y se creó con una serie de personas con inquietudes culturales, una sociedad sin ánimo de lucro, con fines culturales; desde entonces ha sido el referente cultural y social en Dalias y en la comarca, así que es un orgullo que la UAL venga a Dalías y al Casino, y la felicito por su 25º aniversario, por su buen hace con la sociedad almeriense”. Ha abierto sus puertas a otras colaboraciones con la Universidad de Almería.
En las intervenciones de todos ha estado Esther Giménez, que no ha podido estar presente por prescripción médica, dado su gran esfuerzo a la hora de organizar un curso que a su compañero de dirección Manuel Sánchez hace estar “enormemente ilusionado”. Enamorado de las plantas desde que tiene uso de razón, se ha confesado “doblemente orgulloso” al participar también como representante del Jardín Botánico ‘La Almunya del Sur’, “de tamaño pequeñito pero en el que se concentra una gran diversidad de vida vegetal y en el que se trabaja muchísimo por poner en valor este mundo tan bonito como es la botánica e inculcar valores positivos para el cuidado del medio ambiente”. Por último, ha hecho un repaso por los documentos internacionales más relevantes en la materia lanzando una esperanza que justifica la organización del curso: “No se perderá la esperanza de reconducir esta masacre del planeta Tierra y pensamos que se puede llevar a cabo un desarrollo de la mano de la naturaleza, no contra ella, ya que si lo hacemos así nos autodestruiremos”.