Los Cursos de Verano de la Universidad de Málaga llegan a su recta final esta semana con la celebración de cinco seminarios en Málaga y tres en Benalmádena. Un total de 300 alumnos asistirán a esta oferta, organizada por la Fundación General de la UMA con el patrocinio principal de Santander Universidades y la colaboración de ambas corporaciones municipales.
En el Rectorado, para dar el pistoletazo de salida a los cursos de la capital se han reunido el alcalde Francisco de la Torre; la concejala de Cultura y Educación, Gemma del Corral; el vicerrector de Relaciones Institucionales de la UMA, Juan Antonio García Galindo; el director general de la FGUMA, Diego Vera, y los directores de todos los seminarios.
Lorenzo Silva analizó en mundo editorial
El escritor Lorenzo Silva ha participado en los Cursos de Verano de la UMA para ofrecer una conferencia dentro del seminario “El mundo editorial: publicar hoy en España”, en la que ha hablado sobre la situación actual del sector y los problemas a los que se enfrentan los escritores a la hora de editar sus obras.
Silva ha definido este proceso como una “aventura difícil” por todas las barreras con las que se encuentran los autores, entre ellas, el bajo índice de lectura que registra nuestro país. “Prácticamente la mitad de los españoles nunca abren un libro porque muchos consideran que no hay nada de interés en él. Con ese punto de partida ya es muy complicado empezar a funcionar. Hay veces que me planteo que es imposible”, ha resumido.
Para Silva, esto ha propiciado que en la actualidad la industria editorial haya sido desplazada por una artesanía cultural que intenta encontrar un espacio de interlocución con los pocos lectores que le quedan. “La literatura y la edición en España fue industrial, lo sigue siendo con unos pocos libros, pero para la mayoría de los títulos se ha convertido en una actividad artesanal”, ha añadido.
“Empequeñecimiento” de la industria literaria
Sobre la evolución que ha experimentado el sector en los últimos años, el creador de la serie protagonizada por los inspectores Bevilacqua y Chamorro ha señalado que se ha producido un “empequeñecimiento” de la industria, que ha generado malas dinámicas de trabajo como, según el autor, la apuesta por productos que tienen una venta rápida pero con poco valor a largo plazo, resultado de las pérdidas en la facturación que han registrado las editoriales. En cambio, ha destacado que la crisis también ha servido para fomentar otras buenas prácticas dentro del sector, como el aumento en el nivel de exigencia de los editores. Aún así, Silva ha lamentado la situación por la que atraviesa en la actualidad el mundo editorial y la falta de soluciones al respecto, una realidad que, según ha comentado, no se vive en otros países europeos. “Me parece un poco triste que mi país en lugar de hacer crecer una industria cultural se cargue un tercio. Creo que es un fracaso. Otros países conservan sus industrias y han conseguido incrementarlas, es un triunfo por su parte”, ha sentenciado.
Recientemente Silva, que ha confesado sentirse un privilegiado porque desde que quedó finalista en el Premio Nadal hace casi dos décadas no ha tenido mayores inconvenientes para publicar sus novelas, ha presentado su último trabajo “Recordarán tu nombre”, donde narra la historia de José Aranguren, un guardia civil que se enfrentó a la sublevación militar que daría paso a la dictadura de Franco y cuya rebelión acabó costándole la vida. El escritor cree que se debe hacer justicia con estos personajes que desarrollaron un papel valiente en momentos históricos clave, por lo que ha intentado reparar el olvido en el que cayó este protagonista, del que ha dicho tiene una biografía “ejemplar e iluminadora” para los españoles de hoy y los acontecimientos que ocurren en la actualidad. “Últimamente veo una apología de la amnesia, de borrar todo rastro de lo que pasó en la medida que no nos convenga. Y yo creo que tendría que ser al revés. Lo que no nos conviene tendríamos que recordarlo, archivarlo y saber en qué página está guardado. El olvido me parece indigno”, ha concluido.
Coleccionismo: las voces del discurso
En la Cámara de Comercio de Málaga se ha inaugurado el curso “Coleccionismo: las voces del discurso”, dirigido por Óscar Carrascosa y Rafael Sierra, donde a lo largo de toda la semana participarán importantes figuras del ámbito museístico y la filantropía. Una de las conferencias de esta jornada ha estado protagonizada por Carmen Espinosa, conservadora jefe del Museo Lázaro Galdiano de Madrid, que ha presentado a los asistentes la colección de la pinacoteca y ha informado sobre el proyecto que actualmente desarrollan en el museo de invitar a artistas contemporáneos para reinterpretar dicha colección. Espinosa ha destacado la importancia del papel del conservador dentro de la tarea museística, al trabajar estrechamente con la dirección dentro del programa expositivo, ajustar el discurso de las exposiciones y controlar también la conservación de las obras. Para la conservadora, se trata de un oficio “gratificante” que desde el punto de vista profesional está bien reconocido, aunque ha revelado que la mayoría de la gente realmente no sabe en qué consiste esta tarea y se confunde con otros trabajos, como el de restaurador.
En un sentido más amplio, Espinosa ha considerado que el arte y, en consiguiente, la oferta cultural de museos y galerías, no se valora lo suficiente entre la sociedad. “Parece que el arte es para una determinada clase social o para un tipo de formación en concreto”, ha aportado al tiempo que ha confesado que la responsabilidad de esta situación no sólo es problema de los ciudadanos, también de las instituciones. “Nos hace replantearnos si estamos haciendo las cosas bien, porque si no sabemos llegar también a ese público algo está fallando. Y no sólo es culpa de un lado, fallan las dos partes”, ha sentenciado. Como solución, la conservadora aboga por una mayor educación en arte desde la esfera educativa y ha lamentado que no se fomente el estudio desde la enseñanza obligatoria, donde se tiende a suprimir cada vez más los programas artísticos del expediente curricular. “Nos vamos mucho a lo tecnológico, al campo de la ciencia pero la cultura es esencial y no se valora su importancia”, ha resumido.
La economía azul
Javier Noriega, presidente del Clúster Marítimo-Marino de Andalucía, ha participado esta mañana en el curso dirigido por José Moyano “Geoestrategia portuaria en el área del Estrecho de Gibraltar: el caso del Puerto de Málaga”. Noriega ha hablado sobre “crecimiento azul”, una estrategia que establece la Unión Europea y que, según el ponente, es una gran oportunidad para Andalucía ya que supone el aprovechamiento de los mares de una manera inteligente, sostenible e integradora y ha destacado que Andalucía tiene una posición privilegiada al ser de las pocas regiones del mundo bañada por dos importantes mares: el océano Atlántico y el mar Mediterráneo.
En cuanto al puerto de Málaga, el presidente del Clúster, ha afirmado que arrastra una actividad importante para su economía, con 271 empresas en este sector y que los puertos aportan en torno al 3 por ciento del PIB en Andalucía. A pesar de ello, considera que el sector necesita un impulso y tenerlo más en cuenta como una economía productiva, medidas como políticas estratégicas del ámbito comercial y logístico del Puerto e infraestructuras especializadas para integrar a compañías internacionales.
Noriega ha resaltado la importancia de la unión y el apoyo entre la Universidad, las empresas y las administraciones públicas que hacen que este sector gane en competitividad. Sobre el futuro, ha esgrimido que en los últimos años, gracias al avance de la tecnología, afloran nuevas empresas innovadoras que mejoran los servicios tradicionales, como son la biotecnología, la farmacia submarina, la geología, el patrimonio cultural submarino y la robótica para explorar el mundo marino, “nichos donde el talento andaluz tiene mucho que decir”, ha incidido. En comparación con otras regiones españolas, el experto piensa que en esta materia Andalucía puede crecer mucho más: “Se necesita una estrategia marítima y tener en cuenta que la economía azul es uno de los sectores emergentes, tenemos las bases, el conocimiento y una encrucijada geográfica excepcional pero hace falta mirar al mar con táctica y alianzas y realizar más investigación”.
Cursos de Verano de la UMA en Benalmádena
En el ayuntamiento de Benalmádena han dado la bienvenida a los participantes de los seminarios la concejala de Juventud Ana Scherman; la vicerrectora de Estudios de Grado de la UMA, Mª Chantal Pérez; la directora académica del Área de Internacionalización, Cooperación y Apoyo de la FGUMA, Patricia Benavides, y los directores de los tres cursos que acoge este municipio.
Francisco Gil Moncayo, coordinador de la Unidad de Psicooncología del Institut Català d´Oncología, ha centrado su participación en el curso “La vida al final de la vida: ciencia, pensamiento, solidaridad y arte ante la muerte”, en dos aspectos profesionales que repercuten en el campo de cuidados paliativos: cómo ayudar al paciente y a su familia en el proceso final de vida a través de modelos de intervención psicológica y cómo orientar a los equipos médicos y enfermeros en el uso de habilidades que favorezcan la transmisión de información al paciente y la gestión de las emociones. En este sentido, ha reivindicado la figura del psicólogo en el ámbito sanitario y, al mismo tiempo, ha destacado el papel de las asociaciones que suplen esta necesidad de atención psicológica.
“Lo más adecuado es que el psicólogo sea parte del equipo y del hospital, pero no hay suficientes. Hay demanda desde los propios equipos sanitarios y de los gerentes. Lo que ocurre es que el sistema universal de salud y los recursos son limitados, pero la atención psicológica es tan importante como la médica”, ha incidido. También ha lamentado que, ante la “saturación” de las consultas, los centros recurran más a la contratación de médicos, lo que considera “un error” porque opina que siempre que el paciente cuente con “un buen ajuste emocional, el médico trabajará mejor”.
Mejoras en la comunicación
Durante su exposición, ha aportado técnicas basadas en la comunicación verbal para dar un significado distinto a las emociones del paciente cuando éste está sufriendo. Entre ellas, ha resaltado la ‘compasión’ o el acto de ‘compasar’.
“El acto médico es un acto compasivo en el sentido de ayudar a otra persona. La compasión no significa sentir pena, sino intentar ayudar en el proceso de final de vida”, ha explicado. La técnica es recurrida por el personal médico para gestionar emociones producidas después de que el paciente haya recibido un pronóstico, es decir, el tiempo que le queda de vida.
“Hay programas específicos de cómo informar, proceder y cerrar la entrevista”, ha añadido. El término también acoge la autocompasión, que define como “la capacidad de ser amable contigo mismo y ser comprensivo” y que, en ocasiones “produce la autocrítica que acaba en la culpabililidad”. Para el experto, promover ambos conceptos, o constructos como se dice en psicología, aportan mejor bienestar emocional y espiritual, entendiendo como espiritualidad, según sus propias palabras, “la búsqueda de un propósito y un sentido de la vida que trasciende la religiosidad, la espiritualidad es mucho más amplia”.
Ante el aumento de terapias alternativas que aseguran curar cualquier tipo de cáncer, Gil Moncayo las distingue de los tratamientos complementarios sustentados por estudios como pueden ser la nutrición o el mindfulness para la regulación del estrés. “Las terapias alternativas juegan con la esperanza de las personas y eso es intolerable. No puedes hacer algo que no cuenta con una base científica y mucho menos hablar del concepto de trauma como causa de una enfermedad, es de telenovela, no es real”, ha dicho en relación a pseudoterapias que buscan culpabilizar al enfermo y que, según el experto, “les producen daño”.
La Universidad de Málaga cuenta para la organización de sus Cursos de Verano con el apoyo de Banco Santander, a través de Santander Universidades (www.santander.com/universidades). La entidad bancaria es la empresa que más invierte en apoyo a la educación en el mundo (Informe Varkey/UNESCO-Fortune 500) y mantiene 1.200 acuerdos de colaboración con universidades e instituciones académicas.
