Todas las variables analizadas en el Barómetro de la Empresa Familiar, elaborado por la Universidad de Murcia, mejoran sensiblemente sus datos frente al año anterior y en Indicador de Confianza sube 34 puntos.
Las empresas familiares murcianas han cerrado un 2021 en el que sus resultados han superado las expectativas. Así lo confirman los resultados del último barómetro elaborado por la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum Universidad de Murcia-Universidad Politécnica de Cartagena y la Asociación Murciana de la Empresa Familiar (AMEFMUR), con la colaboración de CaixaBank y la Fundación Cajamurcia, y que mide la actividad de un colectivo que representa más del 92% del tejido empresarial.
Tras la caída de todos los indicadores provocada por la pandemia, todos los niveles analizados muestran una clara recuperación. No obstante, las estadísticas económicas apuntan a un terreno desconocido caracterizado por los desajustes entre oferta y demanda, la inflación y, en general, la incertidumbre que rodea a la evolución de la pandemia.
La encuesta realizada a 113 empresas familiares durante el mes de octubre muestra que en 2021 todas las variables mejoran sensiblemente presentando saldos positivos -mayor porcentaje de empresas que mejoran respecto a las que empeoran- salvo la cifra de negocio. Pero, incluso esta, mejora 29 puntos frente a 2020.
También sube 34 puntos el Indicador de Confianza Empresa Familiar, situándose en 16,9 principalmente por las buenas expectativas.
Los datos revelan que un 32% de las empresas familiares han mejorado sus ventas, que un 43% de las empresas familiares han subido sus precios y que la inversión retoma la serie de 5 años de crecimiento continuado iniciado en 2015.
También presenta saldo positivo el empleo, ya que un 61% de las compañías ha mantenido y un 20% ha aumentado su cifra de empleados. Es la variable con menor crecimiento respecto al año anterior, pero también fue de las que menos cayó. Aun a pesar de la evolución de la cifra de negocios, las empresas familiares mantienen sus cifras de empleo.
Estos resultados han sido presentados por los rectores de la Universidad de Murcia y la Universidad Politécnica de Cartagena, José Luján y Beatriz Miguel Hernández; por la consejera de Empresa, Empleo, Universidades y Portavocía, Valle Miguélez; por el presidente de AMEFMUR, José María Tortosa; por la directora territorial CaixaBank de la Región de Murcia, Olga García; y por el coordinador del estudio y director de la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum UM-UPCT, Ángel Meroño.
Planteamiento estratégico
Respecto a las preocupaciones durante este 2020, la caída de la demanda afecta al 46% de las empresas (13 puntos menos). En segundo lugar, se sitúa la escasez de personal con un incremento de 20 puntos para afectar al 42% de las empresas. También ha aumentado la presión competitiva (40%, subida de 6 puntos) y los aspectos legales (31%, subida de 11 puntos).
Para el próximo año, claramente la preocupación por las materias primas en términos de disponibilidad y precio ocupa el primer lugar; en un segundo escalón se sitúa la preocupación por la situación económica y política; en un tercer escalón, las empresas muestran su inquietud por encontrar trabajadores cualificados, la cuestión energética y la creciente competencia.
En lo referente al modelo de negocio, la principal preocupación se sitúa en este Barómetro en la dimensión familiar, haciendo fundamentalmente referencia al traspaso generacional y a la implicación familiar. También destaca la preocupación por la profesionalización, en términos de mejora de gobierno corporativo, y la tecnología.
Alto compromiso social
El compromiso social es muy elevado en las empresas familiares. De hecho, el 94% de ellas realiza acciones de sostenibilidad medioambiental, un 92% sociales y un 91% económicas. El 47% de las acciones las realizan en colaboración con otras instituciones. Por un lado, apoyando a sus clientes y proveedores y, por otro lado, con instituciones sociales como ONGs, enseñanza, deporte, cultura, entre otros. El 53% de las acciones restantes lo conforman acciones medioambientales (30%) y acciones relacionadas con sus empleados (23%) en términos de programas de conciliación, empleo, diversidad, formación y calidad en el empleo.
Antes que el cumplimiento con la legislación, las empresas familiares desarrollan acciones sostenibles por ser consistentes con su identidad y valores y por mejorar su imagen y reputación.
En cuanto a la gestión de la sostenibilidad, un 40% realiza (15%) o está en proceso de realizar (25%) un informe sobre sus actuaciones sostenibles. Suelen tener un carácter anual, siendo en la mitad de los casos los informes públicos, ya que en la otra mitad son de uso interno.
La principal barrera al desarrollo de acciones de sostenibilidad es la falta de tiempo (96%) y coste (96%). Especialmente el tiempo es un obstáculo que el 25% de las empresas califica de muy elevada. Un 93% ve problemas de integración con la estrategia de la empresa y un 90% falta de conocimiento para desarrollar las acciones sostenibles. Aunque estas dos últimas barreras se califican como poco importantes para un 44% y un 42% de las empresas, respectivamente.
Siendo la digitalización una oportunidad para mejorar la sostenibilidad empresarial, prácticamente todas las empresas contemplan las ventajas a la hora de emplear la tecnología para mejorar las condiciones laborales, facilitar información mejorando la transparencia y disminuir el impacto ambiental.