El mal funcionamiento de la depuradora de Torre Pacheco, en la zona del Mar Menor, acrecienta la contaminación de la laguna y tiene un impacto directo en la flora y del entorno. Esta depuradora deja escapar materia orgánica y nutrientes, que intervienen directamente sobre la eutrofización del agua de la laguna salada, según una investigación realizada en la Universidad Rey Juan Carlos.
La depuradora de Torre Pacheco incumple con la legalidad al verter de forma reiterada al Mar Menor aguas residuales mal depuradas. Incumple los límites permitidos en parámetros establecidos como la conductividad, sólidos en suspensión, demanda química de oxígeno, demanda biológica de oxígeno o nutrientes como el nitrógeno, los cuales están relacionados con la degradación ambiental de los sistemas acuáticos.
Estos incumplimientos indicarían una mala capacidad de depuración de la planta, con su correspondiente vertido sin una correcta depuración al Mar Menor y aportando nutrientes y otros contaminantes a la laguna y contribuyendo de forma continuada a la contaminación y a la no regeneración de la misma.
Esta es la conclusión principal del Informe toxicológico sobre efluentes en el Mar Menor, presentado el miércoles 15 de mayo en Málaga durante el XVII Congreso Español y VII Congreso Iberoamericano de Salud Ambiental y elaborado por un grupo de investigación de la Rey Juan Carlos liderado por las doctoras Yolanda Valcárcel y Yolanda Segura, con la colaboración de Francisco M. Martín.
Qué datos se han empleado para determinar que las depuradoras del entorno del Mar Menor no hacen bien su trabajo
El informe se basa en datos de la propia Administración, y que son públicos, ya que pertenecen a la Confederación Hidrográfica del Segura, y detalla que el 66 por ciento de los controles realizados (43 de 65) durante el tiempo de estudio (2019-2022) incumplieron los límites legales en al menos uno de los parámetros máximos autorizados.
Este estudio demuestra que “el problema de los vertidos de aguas residuales a la laguna no se produce en episodios puntuales, sino de manera continuada”.
Qué sustancias contaminantes llegan a las aguas del Mar Menor
“Estos efluentes aportan, entre otras sustancias, materia orgánica y nutrientes como el nitrógeno y el fósforo, interviniendo directamente sobre la eutrofización y sobre los eventos de disminución de la concentración de oxígeno en la laguna”. Esta depuradora, que tiene instaurado un tratamiento terciario, vierte hasta 2 hm3 al año de aguas tratadas a la Rambla del Albujón, aproximadamente el 32% de todo el agua que discurre por este cauce, que desemboca en el Mar Menor.
Recuerda el equipo investigador que, durante ese periodo analizado, los incumplimientos detectados se han agrupado en diez expedientes sancionadores a la depuradora de Torre Pacheco. “El 94% de los controles bajo sanción están relacionados con episodios de lluvia, lo cual podría indicar que durante estos eventos el caudal que provenía de la red de alcantarillado sobrepasaba la capacidad de depuración, terminando vertido a la Rambla del Albujón y, por lo tanto, llegando al Mar Menor sin una correcta depuración. Si bien no parece necesario un gran volumen de precipitaciones para superar la capacidad de la estación”, afirma.
Graves problemas de funcionamiento de la depuradora
Los controles aleatorios efectuados por la CHS confirman el mal funcionamiento de la estación y demuestran que presenta graves problemas de funcionamiento ordinario, cuyos vertidos incumplen sistemáticamente los límites durante el periodo de estudio.
La composición de los efluentes vertidos a lo largo de los distintos muestreos, atendiendo exclusivamente a los parámetros analizados, suponen “un perjuicio grave al equilibrio de los sistemas naturales receptores, en este caso el Mar Menor”. La presencia de materia orgánica, nutrientes (nitrógeno y fósforo) y otros contaminantes por encima de los límites permitidos “nos permiten asegurar que el vertido continuado y en cantidad no medida en este informe pueden causar daños sustanciales y contribuir a la calidad ambiental de las aguas del Mar Menor, incluyendo flora y fauna”.
De cara a futuro, la revisión de la Directiva 91/271/CEE incluye la implementación de tratamientos terciarios a todas las instalaciones de tratamiento de aguas residuales urbanas, como la de Torre Pacheco, que vierten a zonas sensibles. Este tratamiento ya instaurado en esta depuradora no está funcionando y “representa una importante fuente continua de vertido de diferentes contaminantes”. El informe avisa por tanto que “es necesario revisar los valores límite y garantizar su cumplimiento, la vigilancia de los vertidos de efluentes de todas las depuradoras que vierten al Mar Menor (al ser una zona sensible a la eutrofización) y establecer la obligación de garantizar el tratamiento terciario para limitar la eutrofización y los fenómenos de hipoxia”.
Aconseja asimismo que, “con el fin de proteger el medio ambiente y la salud humana, es necesario que la depuradora gestione correctamente sus aguas residuales urbanas. Es necesaria una evaluación de riesgos de los efluentes en la que se incluya un amplio cribado químico o métodos basados en los efectos biológicos de los contaminantes presentes en las mismas”. Asegura que los organismos filtradores presentes en la laguna están especialmente expuestos a los sólidos en suspensión que llegan a la misma, así como a las partículas adheridas (metales, fármacos…), presentando diferentes alteraciones eco-toxicológicas debido a su continua exposición. Y señala que “los efluentes con niveles altos de Demanda Biológica de Oxígeno y Demanda Química de Oxígeno reducen el oxígeno y degradan el ecosistema, relacionándose con la mortalidad de peces que respiran por branquias, y al desplazamiento de especies bentónicas, afectadas por estrés y por la falta de alimento”.
El informe se enmarca en un trabajo de vigilancia costera desde hace varios años
Este estudio queda englobado en la línea de trabajo sobre vigilancia de sustancias químicas ligadas a la presencia humana que se lleva desarrollando desde hace varios años en aguas costeras y playas, a fin de evaluar el riesgo ambiental de estas sustancias y proponer acciones para su adecuada gestión. Se han realizado trabajos previos sobre la presencia y riesgo de fármacos y otras sustancias químicas en zonas costeras como Lisboa, Algarve, Cádiz o la Región de Murcia, ya publicados. En estos momentos se están ultimando estudios de vigilancia sobre la presencia de sustancias antropogénicas (fármacos y estimulantes), sustancias aún no legisladas, en efluentes de depuradoras y playas del Mar Menor, cuyos resultados iniciales se han presentado en los diferentes congresos nacionales e internacionales (SESA y SETAC).
Esta línea de trabajo pretende anteponerse a las exigencias indicadas en el borrador de la Directiva de Aguas Residuales, ofreciendo información altamente valiosa sobre el estado de las aguas residuales, tanto sobre la presencia de sustancias no legisladas como de los no cumplimientos de parámetros que ya lo están.