La Universidad de Almería ha entrado de lleno en análisis de la prostitución, aunque manteniéndose al margen del acalorado debate político actual en torno a ella. De hecho, uno de los principales conocimientos trasladados a los alumnos que han asistido ha sido una contextualización detallada de los diferentes mensajes que se consumen en las redes sociales y en los medios de comunicación. Así, ha logrado sus objetivos la I Jornada Internacional ‘Perspectiva y Debates Feministas en Sexualidad: el caso de la prostitución’. Organizada desde el Laboratorio de Antropología Social y Cultural HUM-472 de la UAL, ha contado con la colaboración de la Unidad de Igualdad del Vicerrectorado de Estudiantes, Igualdad e Inclusión.
Estefanía Acién, profesora de Antropología Social e integrante del LASC, ha explicado que ha consistido en una puesta en común de los resultados de investigación de tres centros, su propio laboratorio y además el Instituto Universitario de Lisboa, contando con la presencia en Almería de la investigadora Mara Clemente, y la Universidade do Minnho, con aportación vía telemática del profesor Fernando Bessa. Acién ha especificado que “los intereses de investigación de los tres son muy similares”, algo que tuvo claro a partir de una estancia en Lisboa: “Las líneas son totalmente convergentes bajo una preocupación de qué está ocurriendo en nuestros países cuando las políticas públicas no consiguen mejorar la situación de las personas que ejercen la prostitución”. A eso ha sumado que “en nuestros estados hay unos sistemas de detección de víctimas de trata, de protección y lucha, y la pregunta es que cómo es posible que no mejoren las cifras de personas explotadas”.
Una tercera pregunta, que es clave interroga a la sociedad sobre “si ese sistema está mejorando las vidas de las personas que son identificadas como víctimas de trata”. Desde la primavera de 2019 se han venido haciendo acciones y eventos conjuntos tanto en Portugal como en España, y con esta jornada se ha buscado “seguir intercambiando y que el alumnado asistente sea consciente de la problemática tan grave en la que están las personas que ejercen la prostitución, siendo capaces, como sociedad crítica, si somos capaces de solucionar esos problemas”. Se han abordado “los debates y polémicas que hay dentro del feminismo, porque hay una fractura muy importante entre la parte abolicionista, que es la que está elaborando las leyes porque está en el poder, y la parte pro derechos, y uno de los objetivos es explicar a esta gente joven de dónde viene esa fractura del feminismo y cómo se traduce en las políticas públicas”. Al hilo de eso, ella misma ha realizado una introducción sobre el debate feminista en torno a la sexualidad.
Para Estefanía Acién, “los debates siempre ayudan, pero el problema es que para que ayuden hay que entenderlos, hay que saber desmenbrarlos, hay que saber interpretarlos”. Se ha referido a la última polémica activa en redes: “Hay que saber desde dónde habla Amelia Tiganos, una víctima de trata que una vez ha sobrevivido lo que ella llama ‘campo de concentración’ adopta una postura política ideológicamente abolicionista, elabora un lenguaje político y lo traslada, una parte del feminismo que entiende que la sexualidad de las mujeres debe ser de una determinada manera, y, sin embargo, un vídeo de Georgina Orellano, presidenta del sindicato argentino de prostitutas, que tuvo que ejercer la prostitución desde muy joven, nunca explotada por un tercero, y que tuvo que coger ese camino por necesidad, tiene un discurso muy diferente, incluso chocan absolutamente”. Así, la investigación lo que busca es “arrojar luz, ser honestos con las preguntas y ser honestos con las respuestas”.
Fernando Bessa se ha centrado en “feminismo, trabajo sexual y sexualidad, pero con un punto de vista más empírico, de resultado de investigación”. En otra mesa, Ángeles Arjona, del Laboratorio de Antropología Social y Cultural, junto a Mara Clemente, han planteado las inquietudes en torno a las políticas públicas, “cómo se traduce esa hegemonía actual que existe del abolicionismo con políticas que generan reacción negativa en las trabajadoras sexuales, que se sienten amenazadas por políticas elaboradas, supuestamente, para su protección”. Acién ha insistido en la gran necesidad de “que la política no emborrone los resultados de investigación e intentar ver dónde están auténticamente los problemas y evaluar si como sociedad estamos siendo capaces de mejorar la vida de esas mujeres o mantenerlas en las clandestinidad y reproducir el estigma”.
Mara Clemente ha apoyado esos argumentos desde la perspectiva portuguesa, fruto de “un trabajo que se viene realizando en los últimos años, coincidiendo en actos públicos, en congresos y otros eventos”. En ellos se ha quedado al descubierto que “tanto las investigaciones realizadas en España como las de Portugal tienen muchos puntos en común”, lazos más estrechados por Estefanía Acién durante su estancia en Lisboa: “Se han fortalecido los intercambios, que son continuos, de trabajos en curso, experiencias y publicaciones, de una manera muy significativa y ojalá que durante mucho tiempo”. Ha reconocido que intervenir en esta jornada “es una gran responsabilidad porque el debate sobre trabajo sexual, tráfico de personas, inmigración, sexualidad y género está muy influenciado por ideologías”.
Dicho esto, ha precisado que la misión es “generar un espacio de ‘debate informado’ científica y empíricamente, que contribuya a la apertura de nuevos caminos”. Ha remarcado la línea que marca el límite: “Dar una contribución social y no hacer de la investigación un instrumente de reestructuración neoliberal de las políticas públicas, contribuir para un debate informado, ofrecer recursos de implementación y ayudar a políticas lo más informadas posible, no caer al servicio de ellas”. Se había anunciado este evento con la advertencia de que el debate está particularmente polarizado, avisando de que durante el mismo se iban a poner en el foco, desde la experiencia de investigación, las diferentes maneras de pensar la prostitución, siempre “tratando de avanzar en la comprensión de las miradas hacia quienes la ejercen en toda su diversidad”. Así se ha producido.