El director general de Universidades de la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades de Andalucía, Juan José García Machado, ha destacado que la transferencia de financiación por parte de la Junta a la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) ha aumentado en 2021 casi un 5% respecto al año 2018, superando los 13,6 millones de euros. Así lo ha puesto de manifiesto en la inauguración del curso 2021/2022, donde ha valorado el esfuerzo de esta institución académica por convertirse en un referente en la innovación docente y en el uso de las TIC.
En materia presupuestaria, Machado también ha querido remarcar que, por primera vez, el presupuesto anual de las diez universidades públicas andaluzas supera la barrera de los 2.000 millones. Alrededor del 75% de estos fondos proviene de la Junta de Andalucía, que ha incrementado su aportación en un 11% desde 2018.
De igual modo, García Machado ha hecho alusión a una de las decisiones estratégicas de mayor calado de este Gobierno como es la aprobación del nuevo modelo de financiación, del que se está ultimando la guía de variables y fórmulas de cálculo que se tomarán como referencia para la asignación de los recursos. A su juicio, “garantiza una asignación de recursos justa y proporciona a las universidades los incentivos adecuados para el desarrollo eficiente de su función social”.
El director general ha apostillado que se trata “del mejor modelo que un sistema universitario tan heterogéneo como el de Andalucía necesita”, para añadir que “fomentará aún más la formación de calidad, la investigación y la transferencia de conocimiento”.
Por otro lado, Machado ha querido poner el foco en la enseñanza de calidad que ofrece la UNIA, con “el impulso de títulos innovadores, interdisciplinares, que aglutinan a los mejores expertos en la materia y con los que esta institución completa la oferta de posgrado de Andalucía y acerca el mundo académico y profesional”.
En ese contexto, ha hecho alusión a la puesta en marcha este curso académico de un Máster Dual de Transformación Digital de Empresas, que se impartirá junto a las universidades de Málaga, Granada y Almería y con la colaboración del sector privado.
Los alumnos profundizarán en conceptos relacionados con la innovación y la digitalización y cada vez más demandados por las empresas, como son el blockchain, la ciencia de datos, la robótica de servicio o el Internet de las Cosas. “Se trata de una iniciativa muy novedosa y con ella Andalucía da un paso más para adentrarse en un tipo de formación que hasta el momento solo vemos en algunos puntos de España, como el País Vasco, fundamentalmente”, ha apostillado.
Por otro lado, ha destacado que la Consejería de Transformación Económica ya ha concedido el informe previo favorable a la propuesta de máster interuniversitario coordinado por la UNIA centrado en Interpretación Musical. Tras este respaldo, esta titulación está a la espera de la validación del Ministerio de Universidades. “Se trata de la primera experiencia que se hace de este tipo en colaboración con los conservatorios”, ha subrayado.
El director general de Universidades ha asegurado que “la UNIA consolida este año una oferta de másteres interuniversitarios de todas las ramas del conocimiento, con títulos oficiales únicos dentro de la oferta andaluza y nacional”.
Asimismo, ha querido resaltar la labor que desempeñan las universidades en el fomento del emprendimiento, aludiendo a la labor que viene desarrollando la UNIA en este campo. Según ha apuntado, “es necesario apoyar esas vocaciones emprendedoras, primero en las etapas educativas y, posteriormente, dando el respaldo necesario para que esos proyectos maduren y se mantengan en el tiempo, pues así será como realmente contribuyan a generar riqueza y empleo”.
Presencialidad total en las aulas
Por otro lado, Juan José García Machado ha celebrado que la vuelta a las aulas se haya podido realizar recuperando la presencialidad total, gracias a la inmunidad de docentes, investigadores, estudiantes y Personal de Administración y Servicio. No obstante, ha hecho un llamamiento a la responsabilidad y prudencia de todos para seguir cumpliendo las medidas de protección.
En su intervención, ha destacado las implicaciones positivas asociadas a la presencialidad, aunque ha reconocido que “tras la crisis de la Covid-19 es más evidente que nunca que el sistema universitario tiene que contar con la capacidad de impartir docencia virtual de calidad”.
Apoyo a la I+D+i
Por otro lado, el director general de Universidades también ha incidido en la relevancia dada por su departamento a la investigación y la innovación. Desde 2019 se han destinado cerca de 310 millones de euros a fomentar la investigación, a mejorar la dotación de recursos humanos e infraestructuras y al fortalecimiento institucional del sistema andaluz del conocimiento.
Esa inyección pública se ha realizado a través de diferentes programas de subvenciones que cubren todas las etapas de la carrera investigadora, favorecen la transferencia de conocimiento, impulsan proyectos de I+D y apoyan la mejora de infraestructuras y equipamientos de investigación. Al margen de la financiación pública de la I+D+i andaluza, García Machado ha hecho referencia a la nueva Estrategia de Investigación, Desarrollo e Innovación de Andalucía 2021-2027 (EIDIA), que se culminará este año. Esta planificación definirá las prioridades y líneas estratégicas de investigación y desarrollo en los próximos años alineándose para ello con los principales planes y documentos estratégicos que rigen en el ámbito internacional y europeo.
Por último, también ha criticado la reforma que plantea el anteproyecto de Ley Orgánica de Sistema Universitario (LOSU), apuntando que “desde Andalucía se ven con desconfianza algunas de las actuaciones que plantea”. Según ha señalado, “preocupa que este proyecto normativo suponga un aumento de costes para las comunidades”.
En ese contexto, ha matizado que el Ejecutivo autonómico comparte la apuesta por la internacionalización de las universidades públicas y por la captación de talento foráneo que plantea la norma. Aunque, a su juicio, ese objetivo pasa por “hacer más atractivas las condiciones económicas de incorporación y no fijar mínimos de actividad docente, algo que, por otro lado, afecta a todo el profesorado y provoca rigidez a la hora de desarrollar las distintas facetas de la actividad universitaria”.