La UNED aclara por qué es bueno que adolescentes trabajen en grupo

Un estudio de la UNED publicado en la revista Teaching & Technology Universitas Tarraconensis, de la Universidad Rovira i Virgili, concluye que la bondad de los proyectos cooperativos no está tanto en la mejora del rendimiento académico individual sino en la de los procesos interpersonales, tales como la conciencia de pertenecer a un grupo que trabaja para un objetivo común y la promoción de los valores socioafectivos desde una perspectiva humanista.

El trabajo, Análisis y evaluación de un proyecto interdisciplinar de desarrollo afectivo y social en Educación Secundaria, ha sido desarrollado por los profesores de la Facultad de Educación de la UNED María Luisa Sevillano García y José Manuel Sáez López, en colaboración con la alumna Katia Sanz Chouquet.

El estudio parte de la iniciativa La Ópera como un Vehículo de Aprendizaje en el aula de Educación Secundaria, una intervención interdisciplinar y transformadora con 81 estudiantes cuyo objetivo general era analizar el impacto de un proyecto colaborativo en el aula considerando las características del adolescente, revisando los cambios que tienen lugar en esta etapa de la vida y haciendo especial hincapié en el entorno escolar.

José Manuel Sáez, Katia Sanz y María Luisa Sevillano.

Entre las conclusiones más destacadas, los autores señalan que, aunque la investigación no detalla mejoras significativas en el rendimiento académico, sí se aprecian mejoras en cuestiones como la cohesión del grupo, la autoestima, la capacidad de escucha y la empatía. Además, los investigadores resaltan que los análisis muestran diferencias significativas en el grupo experimental en cuanto al aumento de la puntuación de liderazgo; así, se constata que la participación hace sobresalir a algunos líderes que de otra manera pasarían desapercibidos. Igualmente, han observado una clara mejora en la capacidad de conocer las preferencias de los compañeros respecto de uno mismo (realismo perceptivo)

Finalmente, los autores del estudio avanzan algunas cuestiones que podrían resultar de interés para su aplicación en el aula. Así, señalan que “el trabajo en equipo pone en evidencia muchas características de alumnos que, de otra manera (una clase tradicional, con trabajo individual) no se manifestarían. En alguno de los grupos, los alumnos menos colaboradores se han visto rechazados por sus compañeros por su falta de compromiso con el objetivo final. A este respecto debemos plantearnos cómo trabajar la motivación con dichos alumnos, para lograr una implicación mayor en los objetivos del grupo”. Igualmente, resaltan que “es necesario flexibilizar espacio, currículum y horarios para implementar estos proyectos e intervenciones interdisciplinares, pues la estructura rígida actual no facilita este tipo de planteamientos”.