El programa de Sedes Permanentes de la Universidad de Murcia, creado en 2004 por el entonces vicerrector, Conrado Navalón Vila, no ha dejado de crecer y en la actualidad ya cuenta con una treintena de lugares en los que la UMU se acerca a los ciudadanos llevando actividades e iniciativas culturales a buena parte de los municipios murcianos.
La iniciativa se creó con la intención de llevar a cabo una de las tres funciones esenciales de la Universidad junto a la docencia y la investigación: la extensión universitaria, pero ha sido en los últimos tres años cuando se han extendido por toda la Región, multiplicando por 15 su número en ese período hasta alcanzar la treintena.
Se trata de una labor llevada a cabo por el Vicerrectorado de Formación e Innovación de la UMU, cuyo titular es Pedro Miralles. En los últimos tres años se han creado sedes permanentes en 30 municipios de la Región.
Actualmente funcionan las siguientes sedes Permanentes de Extensión Universitaria de la UMU: Abarán, Águilas, Alcantarilla, Alhama de Murcia, Blanca, Calasparra, Campos del Río, Caravaca, Cehegín, Cieza, Fortuna, Jumilla, La Unión, Lorquí, Mazarrón, Mula, Molina, Moratalla, Pliego, Ricote, San Javier, Santomera, Totana y Yecla. Además, están en proceso de constitución las sedes de Abanilla, Aledo, Archena, Bullas, Ceutí y Torre Pacheco.
El vicerrector Pedro Miralles pone de relieve la importante labor que, de manera totalmente altruista, están realizando en este tema una treintena de profesores así como un buen número de miembros del PAS.
Miralles afirma que “con esta política de creación de sedes permanentes, la UMU pretende intervenir de forma relevante en la oferta formativa, cultural y de transferencia de los ciudadanos de la Región de Murcia en colaboración con los Ayuntamientos y con otros organismos públicos y privados radicados en cada municipio”.
Jamás en su centenaria historia, la Universidad de Murcia había tenido una presencia tan diversa y diversificada como la conseguida en estos años.
