La UMU participa en la producción de un nuevo biodiesel mejorado a partir de subproductos animales

A partir de un proyecto europeo se desarrollará una planta piloto para la producción de un biocombustible que contribuirá a la economía circular a partir de residuos de la industria del curtido.

La Universidad de Murcia (UMU) forma parte del proyecto LIFE SUPERBIODIESEL, bajo el que se pretende desarrollar una planta piloto demostrativa para la producción de un biodiesel mejorado a partir de grasas animales residuales.

En Europa se gestionan unos 17 millones de toneladas anuales de subproductos animales, generándose grandes cantidades de grasas animales susceptibles de ser transformadas en biodiesel. Actualmente, una parte significativa de estas grasas es eliminada en vertederos o incinerada, lo que acarrea un grave problema medioambiental. Por lo tanto, las plantas encargadas de la gestión de estos residuos, denominadas SANDACH, se ven en la necesidad de desarrollar nuevas alternativas para minimizar el impacto ambiental de sus procesos productivos.

Una alternativa viable y prometedora es la transformación de las grasas animales en biocombustible y de la fracción proteica de descarte en bioestimulantes, contribuyendo así a luchar contra el cambio climático y a alcanzar los objetivos europeos de 2030.

Tecnología supercrítica, la clave

La planta piloto combinará la tecnología supercrítica, basada en el uso de metanol supercrítico, con el empleo de catalizadores heterogéneos estructurados para mejorar el rendimiento global del proceso. El empleo de la transesterificación supercrítica de las grasas animales presenta ventajas tanto económicas (menores costes de producción del biocombustible) como medioambientales (menor generación de residuos contaminantes) con respecto al proceso convencional. La tecnología supercrítica permite que la reacción de transesterificación se desarrolle en fase homogénea, completándose la reacción en pocos minutos, mientras que los catalizadores heterogéneos aceleran la velocidad de la reacción y son fácilmente separables del medio de reacción.

En este sentido, un equipo de investigación de la UMU, perteneciente al grupo Green Chemical Process Engineering, liderado por Joaquín Quesada, se encargará del control de calidad del catalizador de transesterificación, efectuando pruebas para la determinación de las condiciones óptimas de operación del reactor supercrítico. Además, estos investigadores participarán en el diseño y la construcción de la planta piloto automatizada en la que se llevará a cabo la producción óptima de un biodiesel de calidad y alto valor añadido a partir de grasas animales.

Con este proyecto se espera validar un nuevo biocombustible a nivel europeo y “reducir la huella de carbono del biocombustible entre un 35% y 80% con respecto al diesel convencional y al biodiesel de primera generación, respectivamente”, explica Quesada. Además, se pretende implementar un proceso productivo simplificado e integrado energéticamente que elimine las costosas etapas previas de acondicionamiento de las grasas animales y posteriores de purificación del biocombustible obtenido.

Entre los principales resultados que se esperan lograr a medio y largo plazo destacan, además, la reducción de hasta en un 96% del consumo de agua del proceso, la mejora de la viscosidad y las propiedades de flujo en frío del biocombustible y el incremento del rendimiento del biocombustible hasta en un 10%.

La planta piloto que se diseñará y construirá tendrá una capacidad para procesar unas cinco toneladas anuales de grasas animales procedentes de los residuos del curtido. Es importante destacar que los productos generados serán caracterizados y validados, lo que permitirá estudiar la replicabilidad y transferibilidad de los procesos desarrollados con el fin de explotar y comercializar los resultados obtenidos.

La valorización energética de un residuo industrial de bajo valor comercial, como son las grasas animales residuales procedentes de la industria del curtido, contribuirá en última instancia a la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo así a la mitigación del cambio climático.

Además, la derivación de una cantidad importante de grasas animales procedentes de la industria del curtido a las plantas de producción de biodiesel redundará en una disminución del precio de estas materias primas, con el consiguiente incremento de la rentabilidad económica de las plantas.

El proyecto LIFE SUPERBIODIESEL, titulado “Producción de biodiesel avanzado a partir de residuos animales mediante tecnologías supercríticas”, será ejecutado por un consorcio formado por las siguientes entidades: el Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio (AIJU), CEPSA, el Instituto Madrileño de Estudios Avanzados (IMDEA), el Instituto Tecnológico de Calzado y Conexas (INESCOP), el Instituto de Tecnología Química (ITQ-CSIC), Organovac S.L. y la UMU a través del grupo de investigación Green Chemical Process Engineering.

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