El grupo de investigación del Laboratorio de Óptica de la Universidad de Murcia ha diseñado unas lentes intraoculares revolucionarias, que multiplican la visión de pacientes operados de cataratas y que son mucho mejore que las que se comercializan en la actualidad.
Concretamente, la mejora de estas lentes viene por una ganancia de percepción visual periférica, que se ha logrado con un diseño novedoso en forma de menisco invertido, según han publicado en la revista Journal of Refractive Surgery.
Qué se esperaba conseguir con estas lentes intraoculares
Estas nuevas lentes intraoculares fueron implantadas en un grupo de 87 pacientes durante la cirugía de cataratas. La detección por parte de los pacientes de cambios en el contraste de un pequeño círculo sobre una pantalla con luminancia uniforme se midió en visión periférica a 40°, tanto horizontal como verticalmente, y se comparó con un grupo control de 51 pacientes implantados con lentes IOL biconvexas estándar.
Del grupo implantado con las lentes ArtIOL (modelo Art25) fueron seleccionados al azar un total de 31 individuos, mientras que del grupo control, 28. El objetivo también era medir la calidad óptica periférica a lo largo de 80° en el meridiano horizontal, mediante la estimación de la refracción periférica (miopía y astigmatismo). Para ello, se utilizó un sensor de frente de onda Hartmann-Shack, para la medición de aberraciones en sistemas ópticos, entre los que se encuentra el ojo humano, incorporado en un sistema móvil para medir periféricamente.
Cuáles han sido los resultados obtenidos
Los resultados de la investigación remarcan que los pacientes implantados con una nueva lente Art25 de menisco invertido presentan una cantidad reducida de miopía y astigmatismo en el campo visual periférico en comparación con los pacientes implantados con lentes biconvexas estándar.
Esta mejora en la calidad óptica conduce a una mejor sensibilidad en la detección de cambios de contraste en visión periférica, lo que podría mejorar la detección de objetos y cambios alrededor del paciente, reduciendo situaciones de riesgo, como las caídas.
Además, los pacientes consiguieron una buena agudeza visual sin necesidad de usar gafas ni lentes de contacto. Asimismo, no se observaron complicaciones derivadas de la intervención de cataratas en los voluntarios.
Los resultados de la investigación evidencian la seguridad y eficacia de estas lentes y su capacidad para mejorar la óptica y la sensibilidad de detección de contraste en visión periférica en comparación con cualquier otra lente intraocular actual. A pesar del éxito, los autores del estudio señalan que se requiere más investigación basada en otros aspectos psicométricos y, especialmente, en pruebas funcionales para establecer cómo esta mejora se traducirá en un aumento medible en la calidad de vida o la seguridad de los pacientes.