‘El papel de las universidades en los Objetivos de Desarrollo Sostenible’, es el título de una mesa redonda celebrada ayer jueves por la tarde en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Murcia, en la que se analizó el compromiso y los retos de las universidades en la aplicación de la Agenda 2030 de la ONU. En el encuentro participaron José Ballesta Germán, alcalde de Murcia; Jorge Solana Crespo, vocal asesor del Alto Comisionado de la Agenda 2030 del Gobierno de España, y Santiago García Granda, rector de la Universidad de Oviedo y presidente de la Comisión Sectorial de CRUE-Sostenibilidad. La mesa redonda fue moderada por el rector de la UMU José Luján.
La actividad está enmarcada en la iniciativa ODSesiones UMU, la apuesta de la Universidad de Murcia para el cumplimiento y desarrollo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en el marco de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Hasta abril de 2021 la UMU dedicará un mes a divulgar y concienciar sobre cada uno de los diecisiete objetivos, que corresponden a grandes problemas que la sociedad mundial debe afrontar en los próximos años.
Tradicional relación entre universidades y ciudades
El alcalde Ballesta se refirió a la tradicional relación entre las universidades y las ciudades, ya que, según expresó, “las universidades surgieron en las ciudades en la época medieval”, y explicó que se decía que en “las ciudades se respira un aire de libertad en contraposición a la Europa más feudal”, la misma libertad que se ejercía en las universidades desde los primeros momentos.
Las ciudades son el hábitat preferido por los seres humanos en la actualidad: “nunca el mundo ha sido tan urbano como en estos momentos”, ya que, por primera vez en la historia de la humanidad, más del 50 por ciento de los terrícolas habitamos en ciudades, y afirmó que, para el año 2030, más del 70 por ciento de la humanidad viviremos en ellas.
Se refirió específicamente a Murcia, una ciudad de casi 500.000 habitantes, en la que el 30 por ciento de su población se ha establecido en ella en los últimos 20 años.
Ballesta ofreció otros datos llamativos sobre la importancia de las ciudades en el mundo, como el hecho de que en tan sólo cuatro de ellas vivan más premios Nobel que en el resto del mundo. Se trata además de las ciudades donde más universidades hay establecidas, por lo que podemos inferir que “en las ciudades no es sólo donde más personas hay, sino también donde se encuentra el conocimiento, el desarrollo y la innovación tecnológica”. “Las ciudades –dijo- marcarán el futuro de la Humanidad”.
“Las ciudades son los nuevos motores de la economía global, pero al mismo tiempo, son los principales actores ante proyectos ambientales”.
Afirmó que el modelo de ciudad para Murcia se basa en cuatro ámbitos fundamentales: Modelo territorial, productivo, social y cultural. “Somos conscientes –dijo- de que esto no se puede importar, y que es preciso basarse en el arraigo”.
Comentó por último que en el Ayuntamiento de Murcia “tenemos implementada nuestra agenda urbana y en su desarrollo ha sido fundamental la Universidad de Murcia”, asegurando que sin los profesores y los investigadores de la UMU, esto habría sido imposible.
193 países unidos ante 17 retos
Por su parte, Jorge Solana, vocal del Alto Comisionado para la Agenda 2030 del Gobierno de España, aseguró que la Agenda, intenta dar respuesta a los retos de la sociedad española. “Por primera vez, 193 estados se han puesto de acuerdo para firmar un documento en el que se identifican cuáles son los grandes retos del mundo en 17 objetivos diferenciados y se intenta marcar el camino para dar soluciones a esos retos”. Dijo que la Agenda marca un camino a seguir para ser capaces de coordinarnos y buscar soluciones a retos globales, y afirmó que es preciso movilizar al conjunto de la ciudadanía para que se apropie de la Agenda y sientan que esos retos, como la desigualdad o la pobreza, les afecta directamente y se tienen que poner manos a la obra en la búsqueda de soluciones. “No entendemos la Agenda 2030 acción global sin una ciudadanía global que se involucre en ella”, comentó.
Aseguró por último que la Agenda es aún una desconocida en el país, y que es necesario trasladar y difundir el tema a la sociedad para incorporar a más gente a esta empresa, una empresa, en la que, aseguró, la universidad tiene mucho que decir.
Centros de excelencia para formar personas
Intervino por último Santiago García Granda, rector de la Universidad de Oviedo y presidente de la Comisión Sectorial de CRUE-Sostenibilidad, que afirmó que el papel fundamental de las universidades respecto a las ODS es la generación de capacidades humanas. Comentó que la CRUE es un club de 76 universidades, cuya misión es coordinar todo el potencial de las universidades para ser más eficientes. “Tenemos la misión de ser centros de excelencia –dijo-, formamos a las personas y les hacemos adquirir unas competencias”, y añadió que “intentamos aumentar las capacidades de las personas, esa es la misión de nuestras universidades, pues somos conscientes de que cuanto mejor estén formados nuestros universitarios, mejor será nuestra sociedad”.
Las universidades podemos contribuir a los retos definidos en la Agenda 2030 formando en distintos frentes, comentó. “Tenemos que aspirar a ser un modelo de gestión y de recursos, podemos orientar nuestra enseñanza hacia el desarrollo sostenible e intentar desarrollar líneas de investigación que ayuden a poner en marcha esos objetivos. “Debemos intentar que la universidad sea un laboratorio de Desarrollo Sostenible”, finalizó.