El Paraninfo Universitario de la Universidad de Málaga ha sido el escenario académico elegido para la investidura de 98 nuevos doctores de los 372 que leyeron sus tesis en el curso 2016-17.
Antes de comenzar el acto, y tras la interpretación del ‘Veni Creator’ por parte del Coro Universitario, los decanos y directores de los centros, acompañados del secretario general, salieron a buscar a los nuevos doctores, que se encontraban a las puertas del Paraninfo, para conducirlos a sus asientos.
Una vez acomodada la comitiva académica, presidida por el rector, José Ángel Narváez, ha dado comienzo la ceremonia, con la lectura de la laudatio por parte del vicerrector de Estudios de Posgrado, Gaspar Garrote, quien ha animado a los doctorandos a cumplir con el adagio según el cual “El verdadero discípulo es el que supera a su maestro”.
La imposición de los birretes ha dado paso a la procesión de doctores hasta la mesa presidencial, acompañados por los decanos y directores del centro correspondientes. De los 98 que se han investido hoy en representación del total, 44 han sido hombres y otras tantas, mujeres. Esta proporción no se siguió en el total de tesis presentadas en el curso 2016-17, de las que 209 pertenecieron a féminas, un 56 por ciento del total.
En representación de los nuevos doctores, José Antonio Jiménez López, de la Facultad de Estudios Sociales, prestó promesa de fidelidad en representación de todos sus compañeros. Y, siguiendo la tradición, lo hizo en latín clásico y sobre el Libro de la Ciencia.
Personas preparadas para mejorar la sociedad
La última intervención ha correspondido al rector, quien ha hecho hincapié en la importancia de este acto, “en el que hacemos visible nuestra capacidad para formar personas preparadas para mejorar y transformar nuestra sociedad a través del conocimiento”.
Se ha referido Narváez a dos de los puntos distintivos de la universidad pública, la ética y los valores, “sin los cuales no se puede alcanzar el mérito y el reconocimiento”, ha afirmado, al tiempo que ha asegurado que “el engaño, el plagio o la falsedad inhabilitan la verdad, y esto no es admisible en la Universidad pública”.
La defensa del carácter público de la Universidad ha sido el pilar de las palabras del rector, para quien “la universidad pública nunca es el problema, sino la solución”, por lo que apoyar su labor investigadora es una prioridad para cualquiera”
Narváez se ha mostrado partidario de potenciar el Doctorado como formación superior que capacita para diseñar, crear, desarrollar y emprender proyectos novedosos e innovadores. “Los países, los grupos, las sociedades, necesitan medios económicos, pero sobre todo talento y mentes preparadas”, como las de los nuevos doctores, en los que confía para que “seáis los protagonistas de ese futuro”. “No podemos seguir sufriendo una fuga de cerebros”, ha concluido el rector.
La ceremonia de investidura ha finalizado con la interpretación del ‘Gaudeamus Igitur’ a cargo del Coro de la Universidad de Málaga.