La primera campaña de excavación arqueológica en el paraje natural de los Tajos de Marchales de Colomera, que está llevando a cabo la Universidad de Granada finaliza esta semana. La excavación se desarrolla sobre un abrigo rocoso que presenta evidencias sobre la primera ocupación de esta región por los primeros grupos de Sapiens del Paleolítico Superior que sustituyeron a los últimos neandertales en Andalucía. Son pocos los lugares que pueden mostrar esta controvertida transición y los cambios en la tecnología lítica tallada de ambos grupos.
Aunque los focos de atención mediática sobre los primeros pobladores de la Prehistoria se han centrado sobre el Altiplano granadino, nuevas vías de trabajo comienzan a desarrollarse en otras comarcas granadinas. La investigación sobre la arqueología prehistórica de la provincia de Granada posee carencias derivadas de la escasa diversidad de proyectos. Esto repercute negativamente en el conocimiento y, por ende, en la promoción y difusión del patrimonio cultural. Su desconocimiento y la escasez de intervenciones facilitan que este legado esté expuesto a su expolio, derivado de la falta de una conciencia colectiva de las comunidades locales que conviven con dicho legado material.
En parte, esta situación comienza a revertirse de manera modesta en la comarca de Los Montes. Durante este mes de julio tiene lugar en el término municipal de Colomera la primera campaña de excavación arqueológica en el paraje natural de los Tajos de Marchales que, a día de hoy, poco se conoce sobre su riqueza natural y patrimonial.
La investigación vinculada con los restos arqueológicos que atesora es reciente. El lugar, repleto de cavidades con pinturas rupestres neolíticas, está declarado como Bien de Interés Cultural. Junto a ellas existen evidencias de enterramientos de los primeros agricultores y ganaderos, aunque desafortunadamente han sido sometidos a un continuo expolio.
El proyecto arqueológico de Tajo de Marchales viene a cubrir esta laguna y alumbra la ocupación del lugar desde los tiempos más remotos del Cuaternario. Pretende sacar a la luz la reiterada ocupación del lugar por los cazadores y recolectores del Paleolítico. La excavación, que finaliza esta semana, se desarrolla sobre un abrigo rocoso que presenta evidencias sobre la primera ocupación de esta región por los primeros grupos de Sapiens del Paleolítico Superior que sustituyeron a los últimos neandertales en Andalucía. Son pocos los lugares que pueden mostrar esta controvertida transición y los cambios en la tecnología lítica tallada de ambos grupos.
Los primeros resultados, aún provisionales, han colmado las más optimistas expectativas del equipo de investigación, resaltando una de las ocupaciones más antiguas del Paleolítico Superior en Andalucía a la que sigue la frecuentación del lugar a lo largo de la última glaciación.
Los trabajos se enmarcan en la programación de la tesis doctoral de Alejandro García-Franco sobre el Paleolítico Superior del sur peninsular y dirigida por Antonio Morgado, investigador del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR. La intervención ha sido posible gracias a la colaboración del Grupo de Investigación de Ciencias y Humanidades de la UGR (HUM-143) con el Ayuntamiento de Colomera, junto al decidido apoyo logístico de la familia Navero-Rosales de Ribera Alta.
Los estudiantes del Grado de Arqueología participan en esta campaña integrados en un proyecto autogestionado de participación activa, asumiendo la responsabilidad de la investigación colectiva del sitio. En definitiva, Tajo de Marchales está llamado a ocupar un lugar preeminente en las últimas etapas de la evolución humana. Sin duda, los resultados de este proyecto situarán a Colomera en el mapa de la Prehistoria de Andalucía.