Hace 13 años, Daniel García Corroto, estudiante de Trabajo Social y Psicología en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), decidió apostar por un arte marcial moderno de origen coreano y por el que España cuenta con una gran fama a nivel mundial por ser el segundo país del mundo con más medallas en campeonatos mundiales: el taekwondo.
A sus 23 años, y consciente de que dedicarse profesionalmente al deporte en España “es algo muy difícil a no ser le des patadas a un balón”, recuerda con entusiasmo e ilusión la primera medalla que se colgó al cuello en el Campeonato de España sub21 de 2016 celebrado en Valencia. Seguramente, el principio de todo. “He participado en muchísimos campeonatos, pero el primero que se me viene a la cabeza es el sub21 de Valencia de 2016. Son sensaciones que uno no olvida, da mucho orgullo ver que el trabajo da sus frutos”.
Un logro que ha sido el punto de partida para forjar un currículum que deja constancia de la perseverancia y la lucha de este alumno de la Universidad regional por superarse cada día para obtener mejores resultados. Marcas que reflejan, entre otros metales, los oros en los absolutos de Madrid 2018 y Extremadura de 2020; o los bronces en los Campeonatos de España Universitario en 2017 y 2019 siendo el único representante de Castilla-La Mancha.
Su continuo afán de superación le ha llevado a plantearse pasar de la modalidad de -74 kilogramos a la de -87 sin descuidar las horas de entrenamiento ni la técnica empleada. “Compito en -74 kg pero he dedicado el último año a engordar mediante diferentes dietas y ejercicios de fuerza para poder competir en -87 kg intentando mantener la agilidad y rapidez mejorando los resultados. La técnica es muy parecida en todos los pesos. Pero es cierto que cuanto menor sea el peso te encontrarás con competidores más rápidos y agiles, aunque menos fuertes”.
Para lograrlo, Daniel García Corroto entrena tres/cuatro días a la semana, acude al gimnasio y sale a entrenar con deportistas de nivel y con su entrenador, Manuel Mendo (Gimnasio Losan). Lejos quedan las dificultades sufridas durante la cuarentena en las que sin salir de casa la preparación se limitaba al uso de máquinas y del saco para lograr esa subida de kilos en menos de un año. Y todo con un objetivo claro en la cabeza: el Absoluto del 22 y 23 mayo. “Seguramente sea la única competición que se celebre y después de tanto esperar iré a tope”.
Este objetivo principal no es óbice para que el próximo Campeonato de España Universitario también esté señalado. Sin confirmación de la fecha en la que se celebrará, la calidad de sus participantes hace de esta competición una cita ineludible. “En el Nacional Universitario no hay mucha diferencia de nivel con respecto a otros, incluso diría que están mejor organizados”.
Además, sus méritos y logros le han conducido a ser reconocido por la UCLM como estudiante destacado por sus méritos deportivos. Una distinción que, aparte de “ilusión y honor”, supone “un enorme orgullo por el trato e implicación de la Universidad con los deportistas”.
Una relación con la institución académica para con los deportistas que el propio Daniel García Corroto califica de excelente. Sin embargo, aboga por la necesidad de contar en Talavera de la Reina con un gimnasio. “Como amante al deporte no es un secreto que en Talavera hace falta un gimnasio. En esta sede somos alrededor de 1.500 alumnos de 9 carreras. Creo que es necesaria esta infraestructura”, reclama. Sin embargo, no disponer de él no le ha supuesto inconveniente alguno para seguir con una rutina de entrenamiento basada en la organización. “Compagino el estudio y el taekwondo organizándome mucho. Cuando haces lo que te gusta compensa el esfuerzo que te supone afrontarlo”.
Prácticas a las que hay que sumar su iniciación con el K1 (parecido al kick-boxing), “para no oxidarme al no poder practicar taekwondo con nadie en Talavera”, y montar en bici. Todo con la idea de “seguir compitiendo hasta que las piernas no puedan más”.