La Oficina de Proyectos Internacionales (OPRI) de la UCAM, dirige un proyecto europeo enmarcado en la convocatoria Eramus+ KA2 que pretende impulsar la adaptación de los destinos turísticos a las personas con diversas capacidades, favoreciendo un modelo turístico inteligente basado en la innovación, la tecnología, la sostenibilidad y la accesibilidad. Los ocho socios de este proyecto, denominado Acces Angels, se han reunido esta semana en La Manga del Mar Menor para poner en común los resultados obtenidos tras dos años de trabajo de investigación, en el que se ha encuestado a 335 discapacitados y a 68 instituciones turísticas, de España, Polonia, Italia, Bélgica, Eslovenia, República Checa, Bulgaria y Chipre.
Según la Organización Mundial de la Salud, el 15% de la población mundial sufre algún tipo de discapacidad, su mercado turístico potencial es de 500 millones de personas (incluyendo una media de 1,5 acompañantes por individuo), y el gasto total de este colectivo en turismo es de unos 5.000 millones de euros al año, tratándose al tiempo de personas rechazan ser tratadas como “inferiores” cuando se desplazan a destinos turísticos. Acces Angels quiere contribuir a mejorar esta situación. “Igualdad, integración y facilidad de acceso a cualquier destino turístico rural es el objetivo de este proyecto europeo, en el que la UCAM participa para desarrollar la accesibilidad, una de las claves de los destinos turísticos inteligentes”, afirmó María Dolores Gil, subdirectora del Departamento de Turismo y coordinadora del equipo de investigadores de la UCAM, durante la reunión final del proyecto, celebrada en La Manga del Mar Menor.
Las encuestas realizadas a las personas con discapacidades físicas revelan que es insuficiente la información que reciben sobre los destinos rurales y las condiciones de adaptabilidad a sus necesidades, dificultando su planificación y organización del viaje. Además, demandan actividades adaptadas y equipamiento especial (sillas de ruedas, muletas, etc.), pues habitualmente no lo encuentran disponibles o resulta difícil encontrar personal de apoyo capaz de manejarlo de manera adecuada.
Por su parte, las instituciones turísticas reconocen mayoritariamente no poseer servicios de apoyo a los discapacitados físicos en áreas rurales, debido a la falta de recursos económicos y de personal. Por ello consideran que los resultados de este proyecto podrían tener un efecto positivo, por lo que la mayoría estarían dispuestas a implementarlo, basándose en su gestión desde las instituciones turísticas de los destinos y prestado por jóvenes voluntarios.
A pesar de los esfuerzos realizados, la Unión Europea todavía tiene muchos desafíos en materia de accesibilidad en el sector turístico, que no siempre provee de los servicios necesarios a clientes con discapacidades físicas; los cuales manifiestan dificultades para acceder al transporte, las atracciones turísticas o los propios destinos. Así se ha puesto de manifiesto en la guía de buenas prácticas diseñada por los expertos en turismo en la que se recogen los resultados del análisis que ayudará a implantar modelos de trabajo en zonas rurales con mejoras en la accesibilidad y servicios de estos destinos turísticos.
Las propuestas finales se expondrán en septiembre en dos encuentros finales, que se celebrarán en Murcia y Bruselas, con todos los socios del proyecto.