El Vicerrectorado de Planificación Estratégica y Profesorado, y el Servicio de Planificación, Evaluación y Calidad organizan un encuentro con la Dirección de Evaluación y Acreditación de la Agencia Andaluza del Conocimiento (DEVA).
De primera mano a través de sus máximos representantes. De este modo han conocido los equipos decanales de la Universidad de Almería los detalles más relevantes de un programa que será convocado próximamente y que va a marcar el camino de la acreditación de calidad en el futuro cercano, auspiciado desde la Dirección de Evaluación y Acreditación (DEVA).
La intención clara del Vicerrectorado de Planificación Estratégica y Profesorado, junto al Servicio de Planificación, Evaluación y Calidad de la UAL, ha sido procurar, a través de un encuentro directo, que los responsables de los centros del campus estén bien informados y preparados para afrontar con éxito la obtención de certificados.
El vicerrector José Joaquín Céspedes ha encabezado la reunión con Sebastián Chávez y con José Gutiérrez, el director y el coordinador, de modo respectivo, de la Dirección de Evaluación y Acreditación como órgano de la Agencia Andaluza del Conocimiento. Ha habido dos vicerrectores más de la UAL, Juan García, de Postgrado, Empleabilidad y Relaciones con Empresas e Instituciones, y María Angustias Martos, de Ordenación Académica.
Ha tenido lugar este pasado miércoles 23 de marzo y en el encuentro se han puesto de manifiesto las ventajas de la certificación de los sistemas de calidad de centros “como una oportunidad para avanzar en la planificación y gestión institucional y mejorar los sistemas de gobernanza, así como la calidad académica de los títulos de los que son responsables”.
De forma más concreta, “se han expuesto los criterios y la metodología del nuevo Programa IMPLANTA”, que será convocado próximamente y al que pueden concurrir los centros de todas las universidades andaluzas con el objeto de certificar sus sistemas de garantía de calidad.
Dicho certificado reconocerá “la madurez de la gestión de la calidad de los centros y facultades, así como su capacidad para responder adecuadamente a las demandas formativas de la sociedad”, con el detalle muy importante de que va a ser así al otorgar “una mayor autonomía de cara a las posibles modificaciones o reacreditaciones de sus títulos”.