La Universidad de Almería ha querido rendir homenaje a Joaquín Moreno Casco, catedrático de Microbiología, fallecido el año pasado. El paso de Moreno Casco por la UAL ha dejado una importante huella no solo entre sus compañeros, sino en todas las personas con las que mantuvo contacto y, muy especialmente, en su alumnado.
Este miércoles, 17 de noviembre, amigos, compañeros, conocidos y ex alumnos de Joaquín Moreno Casco, han asistido a un acto en el que se ha denominado a la Sala de Grados del CITE II A con su nombre.
El rector de la Universidad de Almería, Carmelo Rodríguez, ha recordado la figura de Joaquín Moreno Casco, y ha destacado no solo sus innumerables méritos investigadores, sino también su calidad humana, algo que han compartido todos los presentes. «Para la UAL, y a nivel personal, es un honor poder rendirle este homenaje. Sus méritos investigadores son por todos conocidos, pero creo que es mucho más importante la calidad humana de Joaquín y sobre todo el recuerdo y el trato de sus alumnos».
En este sentido, el rector ha querido recordar el último acto al que acudieron juntos: la graduación de la primera promoción del Grado de Biotecnología. «Estaba exultante de alegría y motivación. Y vi el cariño y admiración, que no es fácil, que le tenían todos los estudiantes (incluso algunos a los que había suspendido). Creo que es ese el mejor homenaje y el mejor recuerdo que se pudo llevar».
Al acto ha acudido parte de la familia del catedrático, como su viuda y su hijo, Jorge Moreno Fernández, quien ha agradecido a la Universidad de Almería este homenaje póstumo a su padre. «Si les soy sincero reconozco que nunca pensé en estar en un acto de la Universidad de Almería sin mi padre, mucho menos podía imaginarlo hace un año, pero también sé que de una u otra forma mi padre está hoy aquí».
Tras decir que su padre siempre llevó a la UAL en su corazón, ha explicado que era un enamorado de la docencia. «Recientemente la implantación del grado de Biotecnología supuso un antes y un después para él. Disfrutaba como un niño preparando sus clases y pensando en propuestas ingeniosas para los seminarios. Estoy seguro de que se sintió muy orgulloso de cómo se portaron con él el día de su despedida y cómo siguen haciéndolo hoy en día. La respuesta de la UAL fue abrumadora y lo sigue siendo».
Por su parte, José Jesús Casas, director del departamento de Biología y Geología, ha indicado que fue «una persona intensa, profesional y con enorme capacidad de trabajo.» Y ha querido agradecerle «enorme generosidad».
En este acto homenaje también ha intervenido María José López, responsable del actual grupo de investigación de Joaquín Moreno Casco. «Hay personas que dejan una huella perdurable y que son ejemplo y Joaquín era una de ellas. Era brillante, trabajador, elegante, detallista, apasionado, metódico, perfeccionista, erudito, empático, generoso y paternal. Pero hay dos aspectos de su personalidad especialmente destacables que son su increíble capacidad para transmitir sus amplios conocimientos y su calidad humana».
Además, ha destacado su labor como profesor. «Era un docente excepcional, respetado, admirado y muy querido por sus alumnos. Sus clases y conferencias eran verdaderas clases magistrales, por lo amplio de sus conocimientos y su capacidad para transmitir su entusiasmo, pasión y profunda vocación por la microbiología. Se implicaba en la formación tanto profesional como personal de sus alumnos, por ello hemos querido que su nombre quedara ligado para siempre a esta faceta: la de profesor».
En representación de sus antiguos alumnos, doctorandos y doctores, ha intervenido Rosario Lerma. «Tuvimos el placer de compartir momentos verdaderamente únicos y de trabajar al mando de Joaquín. Su pérdida fue un golpe difícil de encajar. Se trata de asimilar que nuestro referente de ruta, nuestro profesor, confesor, e incluso padre en algunos momentos, se nos había ido para siempre». Y ha destacado que para ellos fue «un guía, un sabio que nos ilumina el camino y un estandarte a seguir».