La Universidad de Almería ha impedido que Jorge Lirola, el profesor apartado de sus funciones durante cuatro años, se matricule en Filología Hispánica. La negativa se ampara en la normativa que impide que se matriculen en los centros «donde imparten docencia», sin embargo, Lirola considera esta acción como un nuevo caso de «acoso», ya que en estos momentos él no es docente de la UAL al haber sido apartado de sus funciones el pasado uno de noviembre.
Lirola fue sancionado por la Universidad después del enfrentamiento que Lirola mantuvo con la Universidad, a raíz de un presunto caso de prevaricación por parte del rector, Pedro Molina, en la conformación del tribunal que evaluará a los aspirantes a la cátedra de Áraba que convocó la almeriense.Concretamente, la sanción impuesta a Jorge Lirola se debe a las acusaciones de prevaricador que el profesor realizó contra el rector, así como por la difusión de las denuncias que presentó en la Fiscalía de Almería a raíz de la creación del tribunal.
Debido a ese periodo de inactividad, Lirola se matriculó en el segundo ciclo de Filología Hispánica y comenzó a «asistir a clases con regularidad».
Sin embargo, en los últimos días ha recibido una notificación del vicerrector de Estudiantes, José Guerrero, en el que se le comunica la revocación de su matrícula, en virtud del Artículo 12 del Real Decreto 898/1985, sobre Régimen del Profesorado Universitario, que dice que «todo profesor universitario tendrá prohibico matricularse como alumno en cualquiera de los Centros donde imparta docencia».
La denuncia pública de Lirola se debe a que «yo no imparto en estos moentos docencia por resolución firme de Pedro Molina -rector de la UAL-«, explica en un comunicado. Sin embargo, en el escrito que ha recibido por parte del Vicerrectorado competente se le sigue reconociendo como «profesor titular de la Universidad de Almería», a pesar de estar apartado de sus funciones, motivo para rechazar su matrícula.
