La UAL da continuidad al Día de la Mujer con la mesa redonda ‘Conciliación e Igualdad, el binomio del progreso empresarial’

Tras el éxito de participación en el día de ayer en los actos conmemorativos del 8M, la Universidad de Almería, a través de su Vicerrectorado de Estudiantes, Igualdad e Inclusión, ha dado por concluida la programación elaborada por el Día Internacional de la Mujer con la mesa redonda ‘Conciliación e Igualdad, el binomio del progreso empresarial’ organizada conjuntamente por la Unidad de Igualdad de Género de la UAL y Cajamar.

Esta mesa redonda, que ha sido moderada por la directora de la Unidad de Igualdad de Género de la UAL, Eva Díez, ha estado capitaneada por la profesora Capitolina Díaz Martínez, catedrática de Sociología de la Universidad de Valencia, y Laura Novis Saiz, directora del Staff de Soporte y Proyectos de Recursos Humanos de Cajamar.

La vicerrectora de Estudiantes, Igualdad e Inclusión, Maribel Ramírez ha destacado la importancia de poner este año el foco en la conciliación, tras los efectos negativos que ha tenido la pandemia en la situación laboral de las mujeres. “Este año es más importante que nunca poner el foco en la conciliación como herramienta para conseguir la igualdad, pero también como instrumento para el progreso empresarial”. Además, ha indicado que no solo es necesaria para alcanzar “los niveles de igualdad que todos deseamos para nuestra sociedad y que forman parte de las reivindicaciones básicas de las mujeres”, sino que también “es una apuesta para mejorar la salud laboral, reduciendo el absentismo, aumentar los niveles de productividad, fomentar el valor social de las organizaciones y las buenas prácticas y generar mejores condiciones de trabajo y de eficacia que beneficiarán a empresas y trabajadoras”.

En cuanto al papel de las universidades, la vicerrectora asegura que deben “hacer bandera de esa conciliación, incentivándola dentro de nuestras estructuras, pero también sensibilizando, analizando, investigando y proponiendo evidencias y alternativas que puedan ser implantadas en los escenarios laborales de nuestro entorno”.

Maribel Ramírez ha indicado que hoy en día compaginar la vida profesional y personal es uno de los mayores retos a los que se enfrentan las trabajadoras y empresas. “Asumir responsabilidades dentro de la compañía no debe ser un inconveniente para que tanto hombres como mujeres puedan sentirse realizados con sus respectivos roles familiares. Por el contrario, es una gran oportunidad para que las empresas apuesten por la conciliación laboral como motor de su cultura corporativa”.

Por su parte, Laura Novis Saiz, directora del Staff de Soporte y Proyectos de Recursos Humanos de Cajamar, ha presentado cómo gestionan la igualdad y la conciliación en el grupo cooperativo, además de contar su propia experiencia personal como mujer licenciada en carrera técnica de Matemáticas, madre y directiva de Recursos Humanos. En su opinión, “se ha avanzado muchísimo, pero queda mucho por hacer. Es un cambio cultural complicado en el que todos tenemos que colaborar: corresponsabilidad y flexibilidad son las claves del cambio”.

Capitolina Díaz Martínez, catedrática de Sociología de la Universidad de Valencia, ha basado su intervención en el trabajo como herramienta que puede ayudar a la conciliación laboral. En su intervención ha explicado en qué consiste el teletrabajo y cómo afecta a las mujeres. En este sentido, se ha resaltado que si bien en un principio tiene un enorme potencial para convertirse en un instrumento que promueve la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en el mercado laboral, al permitir romper roles de género tradicionales (que los hombres desempeñen un papel mayor en el hogar y en la vida familiar y que las mujeres tengan mayores oportunidades en el mundo laboral) la realidad puede ser diferente si no se tienen en cuenta una seria de factores, tal y como ha explicado Capitolina Díaz.

“El teletrabajo tiene potencial si se utiliza maximizando las posibilidades de las personas en lugar de minimizarlas. Para que sea positivo se tiene que fijar en las personas trabajadoras porque si solo se fija en el rendimiento económico para las empresas y no en aumentar las ventajas para las personas, su potencial, entonces ya no es tan bueno”. Además, insiste en que “hace falta que esta maximización sea para toda la sociedad que trabaja, y no solo para un determinado modelo de trabajador, porque con todas las ventajas que tiene el teletrabajo se corre el peligro de llegar a lo que el Instituto Social Europeo llama la ‘paradoja de la flexibilidad'”.

En sus conclusiones, Capitolina Díaz ha ido explicando algunas de las claves para que el teletrabajo sirva para alcanzar la conciliación y la igualdad, como por ejemplo el contrato de vida que las mujeres tengan con su pareja: si es convencional (donde la mayor carga familiar recae sobre las mujeres) o correlativo (en el que los roles están más repartidos).

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