De ambicioso y a la par de responsable se puede catalogar el presupuesto con el que funcionará la Universidad de Almería durante este año 2018. El documento presenta unas cifras que se comprometen firmemente con su personal y con sus estudiantes, apostando por el progreso universitario en cada una de sus facetas, que son la educación, la investigación y la extensión.
En concreto, la cuenta asciende a 96.283.011,99 € en sus estados de ingresos y gastos, con un incremento del 3,17% en relación a lo inicialmente presupuestado para el año 2017, que fue de 93.326.463,56 €. Además, cabe añadir que el límite máximo de gasto no financiero se eleva hasta los 100.007.902,10 €, dejando así atrás el periodo de crisis.
Pese a que el marco legal básico sigue siendo el de la estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera, junto al presupuesto de 2009, elaborado justo antes de la entrada en recesión, el de 2018 es el mayor de la historia de una UAL que en los próximos meses celebrará su vigésimo quinto aniversario.
Incremento de la financiación de la Comunidad Autónoma
Estas altas cifras se deben fundamentalmente al incremento de la financiación básica operativa de la Comunidad Autónoma, que es de un 4,47%, así como a nuevos proyectos de I+D que se prevén reconocer, tanto nacionales como europeos, entre otras cuestiones. Como parámetro a tener en muy presente está el esfuerzo presupuestario de 6.000 euros por alumno, lo que supone dar un paso más hacia el denominado horizonte 2016-2019.
A ese respecto, la Universidad de Almería ha establecido cinco líneas estratégicas prioritarias, con un desarrollo marcado por diferentes objetivos asociados, todas ellas contempladas en este documento. De hecho, es la primera vez que se elabora un presupuesto por programa alineado con el Plan Estratégico de la UAL. La primera de las líneas se denomina ‘Las Personas’, lo que es suficientemente significativo. La segunda se ha diseñado para ‘Innovación y Calidad Docente e Investigadora’, la tercera se dedica a ‘Internacionalización’, la cuarta busca ‘Interacción con la Sociedad’ y la quinta y última recoge los ‘Principios y Valores de Buen Gobierno’.
38% a la docencia y 21% a la investigación
Así, un 38% del presupuesto se destina a la docencia, con una docena de acciones, y un 21% a la investigación, consolidando, fortaleciendo y ampliando. Ese último porcentaje es muy similar a los gastos generales obligados, los relativos a mantenimiento, biblioteca o STIC, el Servicio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones. La promoción cultural y el compromiso social tienen destinados más de tres millones de euros para las actividades del 25º aniversario, para consolidar los cursos de verano en el ámbito nacional, para la puesta en marcha del I Plan de Igualdad de la UAL 2017-2020 o para el Programa Universidad – Empresa.
Otro de los aspectos destacados es la apuesta por la internacionalización, con una aportación de casi tres millones y medio de euros dividido en un 70% para movilidad internacional y el 30% restante para cooperación al desarrollo. En cuanto a dirección y administración general, se va a acometer un paquete de casi medio centenar de acciones, muchas de ellas encaminadas a incidir en la mejora de las condiciones del Personal de Administración y Servicios (PAS) así como del Personal Docente e Investigador (PDI). Se incluye en este capítulo también una mayor inversión en adquisiciones bibliográficas y la continuación de la mejora de los puestos de los estudiantes en los aularios.
Con los parámetros tenidos en cuenta para la elaboración de Presupuesto de la UAL 2018 se ha respondido a los criterios generales plantados por el Consejo Social con fecha 20 de noviembre de 2017, que pasaban por dotar suficientemente las partidas relativas a Docencia e Investigación para garantizar la calidad de la enseñanza y las tareas investigadoras, y también mantener las políticas de apoyo en todos los ámbitos a los alumnos, con lo que se persigue que la Universidad de Almería sea una referencia como institución de calidad que los acoge, apoya e impulsa. En todo caso, el primer condicionante para su puesta en marcha es que la ejecución del presupuesto se regirá por los principios de transparencia, eficacia, eficiencia y economicidad.