La UAL analizó la islamofobia desde diferentes perspectivas

Este miércoles se ha celebrado en la Universidad de Almería la Jornada ‘Inmigración, prejuicios e islamofobia’, una iniciativa que ha puesto el foco en la situación actual vivida en toda Europa en torno al islam, los musulmanes y todo lo relacionado con ellos, ya que se está produciendo una escalada de prejuicios y de temor.

Ello es lo que viene a definir de manera más simple y directa precisamente el término ‘islamofobia’, tratado desde los más diversos prismas en la UAL a través de los participantes en un encuentro con el que se ha pretendido desmontar mitos. Así lo había planificado la Asociación Marroquí para la integración de inmigrantes, junto al Centro de Estudio de las Migraciones y las Relaciones Interculturales, en la Sala de Grados Elena Pezzi del Edificio de Humanidades. La actividad es parte del ‘Programa integral de Inclusión de los Inmigrantes en Almería’, con la Consejería de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía.

La inauguración de la jornada ha corrido a cargo de Ahmed Khalifa, coordinador de Proyectos de la asociación organizadora, y de Pablo Pumares, director del CEMyRI de la UAL, dándose paso después a dos conferencias y una mesa redonda. La primera ha sido muy ilustrativa y práctica, de referencias próximas, ofrecida por Alexandra Ainz, profesora de Sociología de la Universidad de Almería, bajo el título ‘El porqué de la islamofobia: una perspectiva sociológica’. Llamándose de este modo, en alusión a ofrecer respuestas, lo más acertado ha sido formular preguntas en batería para invitar a la reflexión desde el mismo inicio. Así, Ainz ha hecho pensar si el término tiene o no que ver con el racismo, o con la xenofobia o con ambos a la vez: “¿Se puede ser islamófobo y no ser racista?, incluso ¿racismo y xenofobia son la misma cosa?, yendo más lejos todavía, ¿la islamofobia es un concepto necesario?”.

Tras ese modo de introducción de los asistentes en la temática, ha advertido sobre “prejuicios y estereotipos que podemos tener respecto a una persona cuando simplemente la vemos”, a la vez que ha dejado claro que en la sociología hay dos líneas en cuanto a las teorías vinculadas a este concepto: “Para algunas personas es una forma de discriminación creciente en el ámbito europeo, que está afectando a la vida social y las oportunidades de millones de ciudadanos del continente, y para otros este concepto es otro expresión de victimismo, retórica vacía y suele de representar una forma de desviar la atención hacia derroteros ambiguos y llenos de tópicos, que no sino una invención, por lo que tenemos que movernos con otros modelos o conceptos como racismo o xenofobia”. En todo caso, ha tomado partido como socióloga: “Mi hipótesis, bastante validada, es que sí existe islamobofia, y esta ponencia va un paso más allá de lo que digan los medios de comunicación o incluso las estadísticas”.

En ese sentido, y pese a ser una herramienta básica de su área de conocimiento, ha criticado de un modo rotundo “el amasijo de conceptos” en una del CIS sobre sobre la percepción ciudadana en torno a las nacionalidades más incompatibles con España: “Se respondió marroquíes, árabes y musulmanes, mezclando nacionalidad con religión y otro tipo de cosas, por lo que los resultados no son dignos de explicar ni de difundir”. En definitiva, lo que está quedando tras esta crecida en todo el continente y en este país es discriminación o delitos de odio, entre otras cuestiones graves que también se han afrontado desde su mismo origen. Así, Ana Laura López, que es técnica del Programa Nacional de Prevención de la Islamofobia de la Asociación Marroquí, ha desgranado los ‘Ejes de articulación’ de la misma en la segunda conferencia.

En cuanto a la mesa redonda, dedicada especialmente a los prejuicios tenido como integrantes a Abdallah Mhana, presidente de la Comunidad islámica de la provincia de Almería, los propios Pablo Pumares, Ahmed Khalifa y Alexandra Ainz, más Imane Afendi, estudiante en la UAL del Grado de Estudios Ingleses. Así, se ha logrado el objetivo buscado de ser ‘espacio de confluencia y creación de sinergias’, facilitándose herramientas para combatir la hostilidad hacia las personas musulmanas, así como los prejuicios, estigmas y creencias erróneas que de ella derivan. Además, se ha apuntado que este fenómeno también lo sufren aquellas personas que, sin ser musulmanas necesariamente, ‘son leídas’ así, entre ellas personas migrantes. Los datos advierten sobre el gran volumen de ciudadanos afectados, ya que según el último ‘Estudio demográfico de la población musulmana’ el número de los que residen actualmente en España es de 1.993.675, de los cuales las nacionalidades mayoritarias son la marroquí y la española.

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