Los estudiantes de Enfermería y Fisioterapia de la Universidad de Almería cuentan desde este miércoles, 16 de octubre, con unas instalaciones en la misma Facultad de Ciencias de la Salud que vendrán a mejorar su formación como futuros profesionales. Se trata de un centro de simulación que consta de tres salas de simulación, una de cuidados intensivos, una habitación de hospital, un domicilio para la visita domiciliaria, una sala de ‘debriefing’ y una sala de control.
El rector de la UAL, Carmelo Rodríguez, junto al decano de la Facultad, Gabriel Aguilera, el director de Departamento de Enfermería, Fisioterapia y Medicina, Cayetano Fernández, y la gerente de la UAL, Carmen Caba, han inaugurado estas nuevas instalaciones.
Al ser el primer centro que cuenta Almería y su provincia de estas características va a ser utilizado para la realización de cursos de los profesionales sanitarios del sistema sanitario público andaluz, tutores clínicos de los estudiantes de la Facultad.
“Conseguimos traer en un ambiente controlado situaciones que pueden vivir los alumnos cuando van a las prácticas y cuando sean unos profesionales”, ha explicado Matías Correa, profesor de la asignatura Cuidados del paciente en situaciones críticas.
Este centro, a través de la tecnología, permite la recreación de situaciones de la vida real con el objetivo de aprender y de la adquisición de competencias sin poner en riesgo la vida del paciente. En la sala de la UCI “conseguimos que el estudiante tenga una visión global de lo que es un paciente en esta unidad y, en este caso, conseguimos ver todos los elementos prácticos que vemos en una asignatura de un solo vistazo”. Además, “en cada práctica iremos desmembrando cada uno de los elementos como drenajes, tubos, etc. cómo cuidar a los pacientes o cómo movilizarlos. Lo que conseguimos es quitar el miedo de entrar a una UCI porque no están acostumbrados e impresiona bastante. Al tener estas prácticas conseguimos que los estudiantes vayan con más seguridad a hacer sus prácticas en el hospital. Eso le da confianza”.
Se simulan situaciones para el aprendizaje de habilidades procedimentales, trabajo en equipo, análisis y toma de decisiones, capacidad de liderazgo, habilidades de comunicación, resolución de conflictos y manejo del estrés, entre otras. Una vez planteados y trabajados los casos previamente se hace una especie de evaluación de los conocimientos adquiridos. “Los estudiantes deben coordinarse para ver qué han aprendido. Mientras los profesionales vamos viendo desde otra sala cómo hacen el ejercicio, así como el resto de compañeros para que al final todos contribuyan y saquen conclusiones de qué se debe mejorar”, explica Correa.