El paraninfo de la Universidad de Alicante ha acogido un año más la celebración de la tradicional festividad de Santo Tomás de Aquino, un solemne acto que mantiene viva la tradición universitaria que se remonta a 1880. El evento ha servido para que los estudiantes más destacados que han finalizado sus estudios de grado, máster o doctorado hayan recogido, de manos del rector, Manuel Palomar, los Premios Extraordinarios, que los acreditan como los mejores expedientes académicos de sus respectivas especialidades. Además, también ha servido para investir como Doctor Honoris Causa a Nicholas Talbot.
Palomar ha felicitado a todos los titulados y tituladas del curso 2016-2017, “en vosotros queda representada la aspiración de las universidades para acceder al conocimiento científico y crítico de los diferentes campos del saber humano”, ha aseverado y ha recordado que “los estudios que habéis seguido con esfuerzo os han enriquecido como profesionales y como personas y su culminación es una satisfacción compartida con vuestras familias para quienes, estoy seguro, también han significado sacrificios”.
En total se han entregado 159 premios extraordinarios correspondientes al pasado curso a estudiantes de grado, en las diferentes facultades de la Universidad de Alicante, de Máster y también de doctorado.
El mismo acto ha servido para que la institución alicantina reconociera el trabajo, compromiso y trayectoria del doctor Nicholas Talbot a través de su investidura como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alicante.
El rector ha destacado las aportaciones del nuevo Honoris Causa “en los ámbitos académicos, científicos, investigadores y sociales”, destacando sus estudios sobre la enfermedad del quemado del arroz, “cuyos resultados permiten combatir una afectación que amenaza la seguridad alimentaria mundial”. También se ha referido al compromiso del profesor Talbot con “la formación de personal investigador en países con escasos recursos y su postura “decidida en favor de la cohesión europea”.
En su intervención ante el paraninfo, el nuevo Doctor Honoris Causa se ha mostrado agradecido y honrado por “este extraordinario honor que se me otorga”. Ha comenzado destacando su europeísmo: “Creo que todos en Europa compartimos un destino común, construido sobre la amistad, la cooperación y el libre intercambio de ideas” y agradeciendo a su padrino, el doctor Luis Vicente López Llorca, sus “amables” palabras pronunciadas en la laudatio.
Pero en lo que ha centrado su intervención ha sido en sus intereses investigadores, relativos a la enfermedad más devastadora del arroz a nivel mundial, la piriculariosis, causada por un hongo llamado Magnaporthe oryzae y que “destruye hasta un 30 por ciento de la cosecha de arroz mundial”, por lo que no ha dudado en calificarla de “una amenaza significativa para la seguridad alimentaria mundial”.
Talbot ha explicado que su “motivación para estudiar la piriculariosis es entender cómo funcionan las enfermedades vegetales a nivel molecular, para poder diseñar estrategias totalmente nuevas con el fin de controlar las enfermedades más devastadoras que afectan a la agricultura mundial”, aunque ha señalado que los problemas que genera la enfermedad “son graves y urgentes, por lo que también tenemos que trabajar, donde sea posible, en estrategias de control inmediato”. Para lo cual se incorporará en breve al The Sainsbury Laboratory, centrándose en estos objetivos e “intentado marcar la diferencia en el mundo”, ha asegurado en su discurso.
El doctor Luis Vicente López Llorca ha sido el encargado de pronunciar la laudatio del -todavía en ese momento- candidato a Doctor Honoris Causa, propuesto por la Facultad de Ciencias, Nicholas Talbot. Una intervención en la que ha realizado un repaso a la trayectoria profesional de microbiólogo y catedrático de Genética Molecular británico “con raíces valencianas ya que su madre nació en el barrio del Cabanyal de Valencia y se crio en la Malva-rosa”. López Llorca ha destacado la labor investigadora de Talbot y en concreto su “contribución al conocimiento de la enfermedad más importante del cultivo del arroz”, también ha señalado su virtud en la cooperación en la investigación, un ámbito en el que ha apoyado la “formación en su laboratorio de personal investigador de países cultivadores de arroz, con escasos recursos”. Y ha finalizado recordando su “europeísmo convencido” y su colaboración y apoyo a la Universidad de Alicante que “ha visitado en numerosas ocasiones y supervisado numerosas investigaciones de nuestro grupo de fitopatología”.