La investigadora de la UJA Raquel Vela apuesta por aplicar la legislación para combatir la brecha salarial

La investigadora del Departamento de Derecho Público y Derecho Privado Especial de la Universidad de Jaén (UJA) Raquel Vela Díaz expone como vías para erradicar la brecha salarial de género la aplicación efectiva del Ordenamiento Jurídico a nivel europeo y nacional, y la implantación de políticas públicas específicas que actúen sobre las causas que originan esta anomalía en el mercado laboral.

La brecha salarial se define como la diferencia existente entre los salarios que perciben los trabajadores y trabajadoras. Se calcula sobre la base de la diferencia media entre los ingresos brutos por hora percibidos y se representa mediante un porcentaje. “La brecha salarial entre hombres y mujeres es un problema complejo porque intervienen causas diversas que están interconectadas entre sí”, explica la investigadora de la UJA. En ese sentido, resalta como una de ellas la discriminación directa que existe en los lugares de trabajo, en los que mujeres y hombres no reciben el mismo salario, aunque realicen tareas de igual valor. “Estas prácticas están prohibidas por ley, pero se constata que hay sectores laborales en los que se dan este tipo de situaciones como la hostelería, las actividades financieras y seguros o los trabajos científico-técnicos”, señala Raquel Vela. 

Así mismo, destaca la diferente participación de mujeres y hombres en el mercado de trabajo, siendo la tasa de empleo femenina en Europa de un 67,4%, mientras que la tasa de empleo masculina a nivel europeo sube hasta el 79%. En esa misma línea, se muestra la mayor temporalidad del empleo femenino, ya que las mujeres constituyen la mayoría de trabajadores a tiempo parcial. “Este contexto repercute negativamente en el desarrollo de las carreras profesionales y, en multitud de ocasiones, se relaciona con el hecho de que las mujeres soporten en mayor medida el peso del trabajo no remunerado del hogar y del cuidado de los menores”, indica Raquel Vela. A su vez, también influye en la generación de brecha salarial los sectores de ocupación con predominio femenino, en los que se ofrecen salarios más bajos, y la todavía reducida presencia de las mujeres en los puestos directivos y de liderazgo.

Ese compendio de causas, que desarrolla en su artículo “La brecha salarial de género en la Unión Europea: principales estrategias adoptadas para su eliminación desde una perspectiva comparada” publicado en la Revista del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, tiene efectos en la vida laboral y personal de las mujeres. “Contribuye a una menor capacidad económica de la mujer a lo largo de su vida laboral activa. A su vez, influye negativamente en las condiciones laborales de carácter secundario con una brecha salarial vigente en la compensación de gastos, en las dietas anuales o en las gratificaciones; así como en las prestaciones por desempleo; y tanto en la pensión de jubilación a percibir (el importe medio en España percibido por hombres es de 1232,83 euros, mientras que el percibido por mujeres es de 781,20 euros), como en el menor número de mujeres con posibilidad de acceso a la pensión contributiva de jubilación con respecto a los hombres, siendo la brecha pensional uno de los efectos más preocupantes”, explica. 

La brecha salarial en España: una posición intermedia a nivel europeo

El último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 2018-2019, que recoge estadísticas sobre un total de 70 países y cerca del 80 % de personas asalariadas del mundo, sitúa la brecha salarial mundial en un 20%. Los datos anteriores, de 2016, situaban esta cifra en el 23%. En cuanto a nivel europeo, Eurostat muestra (a marzo de 2019 con datos de 2017) que la brecha salarial europea se sitúa en un 16% de media. Mientras, la brecha salarial en España se coloca en un 15,1%, lo que supone un ligero ascenso con respecto a las cifras de 2014 y 2015 (14,9 y 14, 2% respectivamente), pero una tendencia positiva si se compara con el 18,7% de 2012. “En comparación con el resto de Estados miembros de la UE, España ocupa una posición intermedia, lejos de países como Rumanía (3,5%) o Italia (5,0%), pero también alejada de naciones como Estonia (25,6%), República Checa (21,1%) o Alemania (21%)”, argumenta. 

“En España se han adoptado diferentes medidas para intentar contrarrestar la brecha salarial. La disposición normativa más reciente, el ‘Real Decreto-Ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación’, modifica diversas leyes que, sin duda, inciden de forma directa en la igualdad entre mujeres y hombres. “En ese sentido, lo más importante es aplicar de manera efectiva la normativa vigente y potenciar medidas de acción y programas concretos que traten de eliminar y minimizar las principales causas que originan la brecha salarial”, opina Raquel Vela. 

Por ello, Raquel Vela valora la conmemoración del 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer como una fórmula para que el debate social y político pongan el foco en la actual situación que vive la mujer en el mercado laboral, así como por su papel de concienciación y sensibilización ante la existencia de un problema estructural como la brecha salarial y la necesidad de minimizarlo al máximo. 

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