El número 101, primero capicúa de tres cifras, ha sido para un matemático, si bien ese no ha sido el motivo por el que se ha invitado a Guillermo Curbera. Los Viernes Científicos de la Universidad de Almería, organizados por la Facultad de Ciencias Experimentales, en todo caso han roto en esta edición con lo habitual, puesto que realmente se ha tratado la historia y no conceptos matemáticos.
“Ya tocaba dedicar uno a las Matemáticas, con el que cerramos además el mes de noviembre, en el que hemos tenido muchas actividades muy variadas, y realmente lo que se ha hecho es entroncar la Historia, con mayúscula, con la historia de las matemáticas durante el siglo XX, historias colaterales a las matemáticas que les han afectado”, dijo el decano de Ciencias Experimentales, Juan José Moreno.
Para ello se ha tenido a uno de los máximos referentes del mundo, a Guillermo Curbera, catedrático de Análisis Matemático de la Universidad de Sevilla, “gran divulgador apasionado de la historia de las Matemáticas, que ha tenido bastantes responsabilidades nacionales e internacionales vinculadas con ese tema y muy conocedor de los ICN, los congresos internacionales de matemáticos, con una historia casi paralela a las Olimpiadas deportivas”. Ha añadido que “este tipo de congresos también tienen implicaciones políticas, y viendo cómo han evolucionado se puede ver cómo ha evolucionado el comportamiento de la ciencia, de la población en general a lo largo del pasado siglo”. La conferencia ha llevado por título ‘Matemáticos del mundo: ¡Uníos!’.
En referencia a ello, el propio Curbera ha explicado el juego de palabras, “frase con resonancia marxista, proletarios del mundo, uníos, aplicada a nosotros, porque resulta que los matemáticos, que parecen esta gente tan aislada, tan extraña, son gente bastante normal, que se ha venido reuniendo en unos congresos muy parecidos a las Olimpiadas, cada cuatro años y justo desde esa misma época, y muestran que es un colectivo muy unido y que ha reflejado muy bien el mundo”, textualmente. Lo ha explicado añadiendo que “en estos congresos se ha reflejado la Primera Guerra Mundial, la Guerra Fría… somos un colectivo que no solo aportamos mucho a la sociedad en valor añadido, sino que también humanamente tenemos mucho que decir cuando estamos juntos”.
Ha especificado que habla “de la historia de los matemáticos, no de las Matemáticas”, reconociendo que “es algo muy humano”. Así, ha roto moldes: “Parece desde fuera que las matemáticas son frías, que los congresos son aburridos… pues ninguna de las dos cosas es verdad y he venido a demostrarlo; los matemáticos están muy integrados en el mundo y se refleja en sus congresos, y hay imágenes e historias muy bonitas vinculadas a los mismos”. En cuanto a llegar a la edición 101 de Viernes Científicos, “esto es una maravilla”, ha valorado: “Una de las cosas que nos pasa es que hay una ruptura y parece que la ciencia la producen los científicos en un lugar que está al margen de la sociedad; los científicos son parte de esa sociedad, la ciencia que producen es hija de esa sociedad, e igual que la poesía más difícil la entiende muy poca gente, la ciencia tiene muchas lecturas”.
Ha ido a más en esa idea al subrayar que entre esas lecturas “hay una que es de todos”, algo que “los matemáticos en particular tienen presente”. Se ha referido a que “hay una directriz europea que dice que los científicos tienen que devolver a la sociedad que los financia parte de su ciencia mostrándola”. En ese sentido, “a veces mostrarla es difícil, pero mostrar los avatares humanos en su desarrollo sí es más fácil y puede ayudar a generar vocaciones científicas”. Ese es uno de los objetivos de esta actividad de los Viernes Científicos, a los que ha deseado llegar al primer capicúa de cuatro cifras, “esperamos que llegue al 1001”. Ha valorado que es “algo que tiene mucho efecto, nos gusta mucho hacerlo, relatar, no explicar matemáticas y crearlas, que es nuestro trabajo, sino relatar todo lo que hay alrededor, lo que cambia la percepción; es muy interesante que te hablen de la Edad Media, pero es muy interesante también cómo se generaron muchas ideas que determinan nuestra vida”
Guillermo Curbera ha desarrollado un sobresaliente trabajo de investigación en espacios de funciones, operadores, medidas y sus combinaciones, con resultados sobre integración vectorial, desigualdades de Sobolev, series de Rademacher, espacios de Hardy, series de Dirichlet, convolución de sucesiones y transformada del Hilbert finita. Ha realizado estancias de investigación en varios países, como Alemania, Australia, Rusia e India. Ha publicado tres libros sobre historia de la matemática: ‘Mathematicians of the World: Unite!’ (AK Peters, 2009); ‘El club de los matemáticos’ (RBA, 201, traducido a siete idiomas), y ‘Giovanni Battista Guccia’ (Springer, 2018).