Artículo de
Carlos Vidal
Dirige el Congreso Internacional Estado de Derecho, Seguridad y Defensa en la Unión Europea, que se celebra hoy y mañana en el centro de la UNED en Bruselas.
La defensa del Estado de Derecho como valor fundamental de la Unión Europea, consagrado en el artículo 2 del Tratado de la Unión Europea, no había planteado excesivos problemas hasta hace pocos años. Se trata de un valor que se constituye en requisito necesario para garantizar y proteger otros valores europeos, como los derechos fundamentales y la democracia. Por tanto, es esencial para el funcionamiento de la Unión. Y, sin embargo, desde hace un tiempo, los gobiernos de algunos Estados miembros han puesto en cuestión alguna de las principales exigencias del Estado de Derecho, como es la independencia, calidad y eficiencia de los sistemas judiciales nacionales, que deben garantizar el derecho a la tutela judicial efectiva de todos los ciudadanos.
Ante la resistencia de algunos países (Hungría y Polonia) a rectificar, la Unión europea aprobó un mecanismo de condicionalidad de fondos europeos, que fue cuestionado por ambos gobiernos ente el Tribunal de Justicia de la UE, y que éste avaló el 16 de febrero de 2022. Es decir, el TJUE se mostró favorable a la suspensión de fondos europeos cuando algún Estado Miembro vulnere el Estado de Derecho.
El mecanismo de condicionalidad se ha iniciado, por ahora, solamente con relación a Hungría. La aplicación del mecanismo fue solicitada en diversas ocasiones por el Parlamento Europeo y empezó el mes de septiembre de 2022. Es incierto todavía cómo acabará. Hungría está presentando alegaciones y el proceso debe respetar los oportunos plazos.
En el caso de Polonia, parece que la situación ha cambiado algo desde que se produjo la invasión ilegal de Ucrania por parte de Rusia y comenzó la guerra, puesto que el país polaco se ha convertido en uno de los aliados más fieles de los ucranianos y en el principal puente entre Ucrania y la Unión Europea. Esto ha provocado que se haya suavizado la actitud de la Unión Europea hacia Polonia, pero no garantiza que la situación con relación a la independencia judicial haya cambiado.
Sin duda, en este caso se ha producido un entrecruzamiento entre la defensa del Estado de Derecho, por un lado, y la Política Europea de Seguridad y Defensa por otro. Esta última se ha visto sometida a un reto inmenso cuando la guerra se ha presentado a nuestras puertas. Pero no debe hacernos olvidar que para el mismo funcionamiento de la Unión Europea es esencial el respeto del Estado de Derecho. Y ello lleva consigo, entre otras cosas, el sometimiento de todos por igual a la ley, la seguridad jurídica y garantizar el principio de separación de poderes, especialmente en este momento el Poder Judicial y su imprescindible independencia”.
Artículo de
Carlos Vidal Prado
director del Congreso Internacional Estado de Derecho, Seguridad y Defensa en la Unión Europea, que se celebra hoy y mañana en el centro de la UNED en Bruselas.