La Organización para las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) y el Instituto de Geomorfología y Suelos de la Universidad de Málaga han suscrito un convenio de colaboración para la determinación de la vulnerabilidad y resiliencia al cambio climático del SIPAM (Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial) de la Axarquía.
El objetivo es estudiar el comportamiento de los cultivos de uva pasa de esta comarca, que obtuvieron el reconocimiento como SIPAM en 2017. Esta catalogación se otorga a los paisajes estéticamente impresionantes que combinan la biodiversidad agrícola con ecosistemas resilientes y un valioso patrimonio cultural. Están promovidos por la FAO y España fue pionera en Europa al obtener dos SIPAM en 2017: la citada producción de Uva Pasa de la Comarca de la Axarquía (Málaga) y el paisaje del Valle Salado de Añana (Álava). A ellos se sumó en 2018 el Sistema Agrícola Olivos Milenarios Territorio Senia, ubicado en la confluencia de las comunidades autónomas de Aragón, Cataluña y Comunidad Valenciana.
Según indica José Damián Ruiz Sinoga, catedrático de Geografía Física de la UMA e investigador responsable de este proyecto, los SIPAM “están situados en lugares específicos del mundo, donde aportan de forma sostenible múltiples bienes y servicios, alimentos y unos medios de subsistencia seguros para millones de pequeños agricultores”.
Unos sistemas agrícolas amenazados
Desafortunadamente, estos sistemas agrícolas se encuentran actualmente amenazados por muchos factores, incluyendo el cambio climático y la presión creciente sobre los recursos naturales. Además, tienen que enfrentarse a la migración causada por una baja viabilidad económica. Como consecuencia, se abandonan las prácticas agrícolas tradicionales y se da una pérdida drástica de variedades y especies endémicas y locales.
“Estos sistemas agrícolas ancestrales constituyen la base de las innovaciones y tecnologías agrícolas actuales y futuras. Su diversidad cultural, ecológica y agrícola es aún palpable en muchas partes del mundo en las que se conservan como sistemas singulares de agricultura”, continúa Ruiz Sinoga.
El Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial de la Uva Pasa de Málaga tiene una superficie de 280 km² y comprende desde el cultivo de la uva moscatel hasta su transformación en pasas -a través del secado al sol- o en vino. Se trata de un sistema que posibilita la conservación del paisaje, evitando por tanto los procesos de erosión y desertificación, lo que constituye un elemento de vinculación de la población al territorio, ya que resulta esencial en la economía agraria de la comarca.
Sin embargo, los indicadores de cambio climático, por un lado, y la dinámica demográfica por otro, pueden suponer un serio peligro para la pervivencia de tales sistemas tradicionales. A ello se une la expansión reciente de cultivos subtropicales en la comarca de la Axarquía.
Precisamente para determinar la vulnerabilidad y resiliencia de tales Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial ante dichas amenazas, la FAO ha firmado este convenio con la UMA, con el fin de que se realice un informe técnico, cuyo responsable es el catedrático José Damián Ruiz Sinoga.