Según las encuestas internacionales de actitudes, casi el 20% de las personas que viven en España consideran que los hombres deberían dedicarse a ganar dinero y, las mujeres, a cuidar de la casa y los hijos. Este porcentaje es parecido en países como Estados Unidos, Suiza, o Japón.
En buena medida, estas actitudes, estereotipos o creencias determinan los comportamientos de los individuos y, en última instancia, la distribución desigual de poder y recursos entre hombres y mujeres, normalmente perjudicando a estas últimas. Y es que las actitudes de género, definidas como la opinión sobre qué lugares deben de ocupar mujeres y hombres en la sociedad, en particular respecto al empleo y la familia, son relevantes para entender las bases sobre las que se reproducen las desigualdades de género.
¿Cuándo y cómo desarrollan las personas unas u otras actitudes de género?
Hasta ahora, la mayoría de las investigaciones que analizaban el rol paterno en el desarrollo infantil se centraban en sus efectos sobre el desarrollo cognitivo o emocional, dejando de lado qué posibles efectos podría tener dicha implicación sobre el desarrollo de las actitudes de género. A esto hay que sumar que las investigaciones sobre cómo influyen los padres en el desarrollo de las actitudes de género de los hijos se centraban en el rol de las madres, obviando el papel que juegan los padres.
Tomás Cano, Profesor de Sociología de la UNED, en colaboración con la profesora Heather Hofmeister, de la Universidad Goethe de Fráncfort en Alemania, aportan nuevos datos para responder a la pregunta, investigado el rol que el trabajo de cuidados paterno juega en el desarrollo de las actitudes de género de los hijos. Esta novedosa investigación analiza cómo distintas dimensiones de cuidado paterno—el tiempo que los hombres dedican al trabajo doméstico y la crianza, y cuan cariñosos son con sus hijos—se relacionan con las actitudes de género de los hijos a la edad de 15 años. Para ello, el estudio analiza una muestra de 2796 niños australianos extraída de una encuesta longitudinal realizada entre 2004 y 2014 que preguntó a las familias cada dos años, desde que los niños tenían cuatro años hasta los 15 sobre trabajo doméstico, actitudes de género, etc.
Los resultados de esta investigación, publicada en la prestigiosa revista científica americana Journal of Marriage & Family, indican que el trabajo no remunerado que los padres varones realizan juega un papel clave en el desarrollo de actitudes de género igualitarias en los hijos e hijas. De las tres dimensiones analizadas, la más relevante es el tiempo que los hombres dedican al trabajo doméstico en casa, que incluía actividades como limpiar, cocinar o hacer la compra.
Cuando los hijos están expuestos en casa a una distribución de tareas del hogar igualitaria entre el padre y la madre, se desarrollan unos estereotipos de género más igualitarios. Este efecto es particularmente relevante durante la adolescencia. La distribución igualitaria de tareas en el hogar y el trabajo doméstico de los hombres es tan relevante para el desarrollo de visiones de género igualitarias en los hijos como el tiempo que las madres dedican al empleo remunerado, otro de los factores más importantes para el desarrollo infantil (y adolescente) de actitudes de género igualitarias.
Los autores terminan concluyendo que el trabajo doméstico y de cuidados de los hombres es fundamental para producir un aumento exponencial de la igualdad de género en generaciones futuras. Para eso hacen falta recursos y políticas sociales que apoyen el aumento del tiempo dedicado por los hombres al trabajo doméstico y de cuidados.