El inicio del espectáculo muy atractivo para el espectador fue impresionante con la voz a capella de Jallal Chekkara. El silencio reinaba en el corazón del Teatro Apolo, mientras este gran cantante y violinista daba los primeros compases en una noche de mucho arte. En un espectáculo tan cuidado, los detalles son claves. Por ello, el vestuario se impone en una coreografía que en muchas ocasiones incitaba al público a saltar de los asientos y ponerse a hacer palmas y bailar.
De Sandalia a tacón es ante todo un espectáculo de danza donde Ana Morales muestra sus tablas sobre los escenarios y donde además se recrea y emociona al público. Esta menuda bailaora catalana, pero que lleva muchos años afincada en Andalucía fue mostrando diversas etapas de la historia del flamenco. En el inicio del espectáculo apareció Ana Morales recreando la legendaria Telethusa, bailarina gaditana que fue llevada a Roma, donde los hombres caían rendidos a sus pies por sus movimientos lascivos y su sensualidad extrema. Mucha expresividad corporal y el concepto plástico de la bailaora fantástico.
Luego se hizo una zambra instrumental y un zapateado escenificado a través de las danzas zíngaras que dejó al publico muy sorprendido. Esto dio paso al cante por polo, donde el artista granadino, Antonio Campos, irrumpió en escena. El paseo por el siglo XIX, el más completo. Con Rubén Olmo, el artista invitado, derrochando poderío en el manejo de la capa, los protagonistas se fundieron en el clásico español, todo con mucho dinamismo. Original puesta en escena y gran ejecución.
Fue un espectáculo muy completo, y eso que duró una hora, donde el público al final, despidió a Ana Morales y su compañía puesto en pie con grandes aplausos.
La bailaora Ana Morales tiene mucho futuro en el baile. Así lo puso de manifiesto el pasado viernes en el Teatro Apolo donde arropada por su compañía presentó el espectáculo De sandalia a tacón. Desde el inicio hasta el final, con todo el público que llenaba el aforo puesto en pie, Morales supo dejar buena constancia de su sabiduría como bailaora y sobre todo, saber acompañarse de unos músicos excepcionales.
El inicio del espectáculo muy atractivo para el espectador fue impresionante con la voz a capella de Jallal Chekkara. El silencio reinaba en el corazón del Teatro Apolo, mientras este gran cantante y violinista daba los primeros compases en una noche de mucho arte. En un espectáculo tan cuidado, los detalles son claves. Por ello, el vestuario se impone en una coreografía que en muchas ocasiones incitaba al público a saltar de los asientos y ponerse a hacer palmas y bailar.
De Sandalia a tacón es ante todo un espectáculo de danza donde Ana Morales muestra sus tablas sobre los escenarios y donde además se recrea y emociona al público. Esta menuda bailaora catalana, pero que lleva muchos años afincada en Andalucía fue mostrando diversas etapas de la historia del flamenco. En el inicio del espectáculo apareció Ana Morales recreando la legendaria Telethusa, bailarina gaditana que fue llevada a Roma, donde los hombres caían rendidos a sus pies por sus movimientos lascivos y su sensualidad extrema. Mucha expresividad corporal y el concepto plástico de la bailaora fantástico.
Luego se hizo una zambra instrumental y un zapateado escenificado a través de las danzas zíngaras que dejó al publico muy sorprendido. Esto dio paso al cante por polo, donde el artista granadino, Antonio Campos, irrumpió en escena. El paseo por el siglo XIX, el más completo. Con Rubén Olmo, el artista invitado, derrochando poderío en el manejo de la capa, los protagonistas se fundieron en el clásico español, todo con mucho dinamismo. Original puesta en escena y gran ejecución.
Fue un espectáculo muy completo, y eso que duró una hora, donde el público al final, despidió a Ana Morales y su compañía puesto en pie con grandes aplausos.