El comportamiento de los niveles de ozono troposférico está sometido a diversos factores, entre los que se encuentran la orografía y las condiciones climáticas. Por eso, y para poder gestionar estos niveles de una manera más efectiva, la Consejería de Empleo, Universidades, Empresa y Medio Ambiente ha puesto en marcha un estudio para analizar cómo intervienen estos factores en el comportamiento del ozono en la Región.
Este estudio, que será realizado por la Fundación Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo y cuenta con financiación de los Fondos Europeos para el Desarrollo Regional (Feder), se enmarca en los objetivos de una de las principales medidas del Plan Regional de Mejora de la Calidad del Aire de la Región denominada SINQLAIR (Sistema Integrado de Calidad del Aire), una herramienta basada en un modelo de predicción y diagnóstico de la calidad del aire empleando las técnicas más avanzadas.
La investigación, en concreto, toma como base las conclusiones preliminares de un estudio nacional en el que se señala que la dinámica de contaminantes en el litoral mediterráneo español está determinada por la distribución eminentemente costera de las poblaciones y por el régimen de brisas que durante el día transporta estas emisiones hacia el interior montañoso.
La Región, no obstante, posee una serie de peculiaridades orográficas, como la casi perpendicularidad de las dos líneas de costa al este y al sur de la Región y la disposición de los valles y sistemas montañosos que se alternan siguiendo ejes suroeste-noroeste.
La influencia de esta complejidad orográfica en la dinámica de contaminantes requiere de un estudio en profundidad, para el que se hará un análisis exhaustivo de los datos meteorológicos y de calidad del aire, orientado en particular a la caracterización de los patrones de viento y de contaminantes en la Región. El objetivo es tratar de identificar los factores que influyen en los periodos de altos niveles de ozono, especialmente en aquellas situaciones de superación de los valores máximos.
Durante la investigación se realizará también una revisión de los posibles efectos del ozono sobre la vegetación en el Mediterráneo, y en particular en la zona este de la Península Ibérica. Posteriormente, y en base a los resultados de todos estos análisis, se establecerán nuevas recomendaciones para avanzar en la mejora de la vigilancia del ozono en la Región que complementen las medidas actuales.
El director general de Medio Ambiente y Mar Menor, Antonio Luengo, recordó que en la Región no se han superado los umbrales máximos de alerta ni de información a la población “desde el año 2010” y destacó que este estudio “será una herramienta importante para la predicción y el diagnóstico de la calidad del aire”.
“Es importante que traslademos un mensaje de tranquilidad a la población, ya que la Región cuenta con un Plan de Mejora de la Calidad del Aire que incluye medidas para controlar todos los contaminantes que intervienen en la calidad del aire, y en particular sobre los precursores que inciden en la formación del ozono”, explicó Antonio Luengo.
Este Plan incluye una campaña para intensificar la vigilancia ante posibles episodios de ozono durante la época estival. Así, estas mediciones revelan que la Región se mantiene por debajo de los umbrales de información a la población, a pesar incluso del aumento de la radiación solar vinculado al brusco incremento de las temperaturas registrado la semana pasada.