Juan Gómez Ortega forma parte de esa nueva oleada de rectores en los campus españoles. No sólo conoce su universidad sino el contexto en el que se enmarca, y tiene muy claro hacia dónde dirigir la nave que timonea. En estas páginas desgrana las líneas maestras de su mandato: estudiantes, investigación, infraestructuras, financiación…
Por Francisco Molina Pardo
Usted forma parte de una nueva oleada de rectores en la universidad española. ¿Hasta dónde se siente parte de ese cambio? ¿Los cambios van a ser más formales que de fondo o estamos ante cambios de calado en estas instituciones?
No creo que haya una oleada de cambios en sentido estricto. Hay medio centenar de universidades públicas en este país y cada cierto tiempo hay relevos en los rectorados. Es algo normal. Es cierto que en Andalucía ha habido cambios en bastantes universidades, como también los ha habido al frente de la Consejería. Los cambios hay que aprovecharlos. Son algo positivo.
Lo que ocurre es que es la primera vez que hay una oleada de cambios tan extensa.
Sí, es verdad. De hecho en la CRUE, el Consejo de Rectores Universidades Españolas, vamos casi presentándonos porque cada vez que nos reunimos hay caras nuevas. Yo llevo poco tiempo al frente del Rectorado de la UJA, pero tengo muy claro que lo bueno que tenga esta oleada de cambios hay que aprovecharla. Estamos saliendo de una etapa muy complicada, pero los nuevos perfiles tienen aún el saco de optimismo sin gastar. Optimismo que no sólo tiene que ver con los cambios, sino también con con la sensación de haber tocado fondo con la crisis económica.
¿Cuál es para usted el mejor modelo de financiación de las universidades públicas, aquél que prima el número de alumnos o el que tiene en cuenta el cumplimiento de objetivos?
Una universidad pública tiene que tener una financiación mixta. Tenemos que tener garantía de suficiencia financiera para cubrir la formación del número de estudiantes que cursen estudios en nuestra institución, pero también es bueno, como está en el actual modelo de financiación, que esa financiación esté vinculada a la consecución de objetivos. El modelo de gestión interno que planteo en esta Universidad se basa en esa filosofía, en el trabajo por objetivos. Las universidades tienen que ser cada vez más competentes porque el escenario nacional e internacional lo es cada vez más, y tenemos que estar muy alerta.
Además, trabajar por objetivos es una obligación de una universidad pública, ya que es una manera, aunque no la única, de decirle a la sociedad que estamos intentando optimizar la financiación que ellos nos aportan.
El actual modelo se agotó en 2011 y se ha ido prorrogando hasta ahora. El consejero Antonio Ramírez ha dicho que quiere un nuevo modelo de financiación para 2017. Por tanto el próximo año se va a debatir el nuevo.
El consejero Antonio Ramírez aseguró en Almería que se 
iba a saldar la deuda de la Junta con los campus andaluces ¿Tiene cuantificada cuál es esa deuda con la Universidad de Jaén? ¿Está cifrada en los 54 millones que citó usted en presencia del Consejero?
El consejero nos ha trasladado su intención de que para 2016 entremos en una fase de normalidad presupuestaria. Es cierto que no tenemos un plan de pago planificado en el tiempo pero su compromiso es ir saldando la deuda de forma progresiva durante esta legislatura, si no toda al menos sí una buena parte.
Voy a ser optimista. Tenemos un consejero que procede de la universidad y conoce perfectamente su problemática. Vamos a estar espectantes. La Junta no anda sobrada de tesorería y tampoco es sencillo el problema.
Los rectores estamos muy alerta y en contacto con el consejero. Y me consta que ellos están buscando la forma de saldar esa deuda.
En nuestro caso la situación financiera de la UJA no es mala. Otra cosa es la tesorería, lo que nos impide abordar proyectos de envergadura a corto y medio plazo.
La UJA es una institución con dos campus, el de Jaén capital y el de Linares ¿Qué papel juega éste último dentro de la Universidad?
Un papel muy importante. Cuenta con una Escuela centenaria, igual que la Escuela de Jaén, y con una gran historia detrás. Tienen un reto muy importante, como es sacar todo el partido posible a las nuevas instalaciones que acabamos de estrenar allí desde el punto de vista docente, académico y también de investigación y de transferencia.
El campus de Linares está gestionado por una fundación, de la que la UJA forma parte junto a otras instituciones. Desde 2006 tiene un modelo de gestión que incluye formación universitaria, pero también Formación Profesional, Formación Ocupacional, y una vocación de ser punto de encuentro entre universidad, centros formativos superiores y empresa. Allí tenemos un vivero de empresas de la Universidad como el de Las Lagunillas. Es un modelo que hay que explotar, un reto. Contamos con un punto de partida muy ilusionante, con un personal motivado por el impulso que se le ha dado a la sede con unas nuevas instalaciones.
La Junta de Andalucía no prevé nuevas instalaciones el próximo año. ¿Se le han quedado proyectos importantes a la UJA en el cajón?
Hace años que no ha habido un plan plurianual de inversiones, pero para el próximo año sí hay una pequeña partida que se podría destinar a alguna infraestructura de las que tenemos pendientes. Ahora mismo tenemos a mitad de construcción una obra muy importante para nosotros como es el edificio de alojamientos. Tenemos residencia de estudiantes, pero esta instalación son alojamientos tipo apartamentos para estudiantes Erasmus o profesorado visitante. Es un proyecto del anterior equipo de Gobierno e incluye además una guardería en la primera planta. Concluirá en 2017.
Además, tenemos planificadas dos obras fundamentales para descolapsar un campus que tenemos ocupado al 100%. Una es el edificio multidisciplinar de I+D+i, que acogería desde alguno de los centros avanzados de investigación de la UJA, departamentos de la Facultad de Ciencias, docencia y sobre todo el servicio de Informática, que ahora mismo está en un sitio poco apropiado. Este nuevo edificio de I+D+i está planificado y proyectado, pero no hay financiación para él.
Y por otra parte está el edificio del Rectorado. Además del gobierno de la UJA aquí trabaja buena parte del personal de administración y servicios de la Universidad. Es un edificio que, aunque no se perciba desde el exterior, tiene cinco plantas apuntaladas y está en situación de ruina. Es una construcción muy antigua que desentona con el nivel arquitectónico del resto del campus. En algún momento habrá que demolerlo y construir uno nuevo que albergue, entre otras instalaciones, la del nuevo rectorado. El objetivo es que la práctica totalidad de los servicios que se prestan en esta Universidad se instalen aquí, dejando huecos en otros edificios del campus que están ocupados por servicios y dedicarlos a otros temas.
Uno de esos edificios es el que alberga las asociaciones de estudiantes. Si conseguimos trasladar los servicios que se están prestando ahora mismo allí podríamos hacer de este enclave una especie de Casa del Estudiante. La idea es que ese edificio sea una referencia para todo el alumnado de esa universidad.
Además, tenemos una parcela de 132.000 metros cuadrados que el Ayuntamiento tiene que ceder a la Universidad de Jaén. En ellos irán nuevas infraestructuras como instalaciones deportivas. Las actuales están razonablemente bien, pero son escasas para cumplir con nuestra responsabilidad social en el deporte.
Esto, junto a la influencia que va a tener la construcción de un nuevo centro comercial al otro lado de la Circunvalación que va paralela al campus de ahora, va a motivar que el Campus se integre mejor en la ciudad.
También tenemos un déficit de salones de actos. Tenemos un Aula Magna para más de 700 personas, y salones de grado con capacidad para poco más de cien. Pero nos faltan salas intermedias para 200 ó 300 personas para eventos como congresos o conferencias plenarias.
Los alumnos son la razón de ser de la Universidad. ¿Cómo los va a implicar más en la vida universitaria?
Vamos a proponerles un cambio en las estructuras de representación estudiantil para que ésta fluya a partir de los delegados de los cursos de forma piramidal hasta el presidente del Consejo de Estudiantes. Queremos proporcionarles mecanismos para que puedan hacer llegar sus inquietudes hasta el máximo nivel de representación. Acabamos de crear una comisión de seguimiento académico donde los estudiantes representantes de los centros están representados igual que el Consejo de Estudiantes para hacer un seguimiento y hacer de sensor de la actividad académica. La Comisión se va a reunir con mucha frecuencia, mínimo una vez al mes, y esperamos que sirva de sensor para mejorar la docencia.
También queremos que una parte de la oferta cultural esté diseñada por los estudiantes, a la medida de sus gustos, tanto en Las Lagunillas como en Linares.
Además, queremos potenciar la formación integral de nuestros estudiantes, estar muy alerta de cuáles son las demandas de los empleadores. Damos una muy buena formación académica, pero también tenemos que formarlos en habilidades o competencias como hablar en público, liderar grupos, tratar problemas complejos, idiomas… y la Universidad tiene que ir hacia esa dirección siendo proactivos con una oferta de formación complementaria que permita a nuestros egresados estar en una mejor disposición de acceder al mercado laboral. La inserción laboral también es nuestra responsabilidad.
Andalucía tiene pendiente abrir tres facultades de Medicina: Almería, Huelva y Jaén. ¿Esta facultad es una demanda histórica de la UJA? ¿Forma parte de su plan estratégico de titulaciones?
La UJA fue la primera en solicitad los estudios de Medicina. La Junta decidió que Huelva y Almería también los tuvieran y en 2010 se concedieron estos tres grados a las tres universidades: UAL, UJA y UHU. Es un grado que tenemos concedido y aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta. Una vez que tengamos la memoria del título acreditada podríamos ponerla en marcha.
¿Son estratégicos para la UJA los estudios de Medicina? Sí. ¿Se va a implantar pasado mañana? No. Primero tienen que darse dos circunstancias: económicas y de posibilidad de contratación de profesorado que ahora mismo no se dan. Pero no para esta titulación, sino para ninguna. Y además en todas las universidades.
Yo me comprometo a que cuando esas circunstancias se den iremos para adelante. ¿Cuando será posible? No se sabe. Nuestra memoria de grado es de 2010, y esa memoria, como la de cualquier otro grado, implica para su verificación que justifiquemos que tenemos profesorado e instalaciones, y en este momento esto no es factible. Por esto no hemos mandado la memoria a verificar. No tiene sentido.
¿Qué otras titulaciones serían estratégicas para la UJA?
El mapa de titulaciones de la UJA forma parte del debate andaluz y nacional actual sobre qué modelo de universidad necesita este país, si generalista, especializada… Cierto grado de especialización no viene mal. De hecho los postgrados, tal y como están planteados, ya tienen una orientación especializada. Es un debate difícil de abordar porque hay muchos tipos de intereses en todas las universidades. No se puede abordar este debate de forma individual por cada universidad. En Andalucía los títulos no los decidimos las universidades, sino el Consejo Andaluz de Universidades. Por tanto nos tenemos que poner de acuerdo todos.
¿Y cuáles serían su propuestas?
Depende de si se apuesta por una universidad generalista o especializada. Hay medio centenar de universidades públicas y más de treinta privadas. La historia, la tradición, el tamaño, hacen que cada universidad sea distinta. La UJA tiene una parte docente, investigadora, de transferencia, pero también de reparto de la riqueza. Nadie duda de que la creación de la UJA ha supuesto para esta provincia un enorme desarrollo. Hay mucha gente que estudia aquí porque tenemos universidad. Si no la tuviéramos no podría hacerlo. Por tanto tenemos que tener una oferta generalista de grados, de forma racional, y hacer un esfuerzo con los postgrados y con la formación permanente para avanzar hacia una cierta especialización.
Algún día habrá que abrir el debate a nivel andaluz. Pero es un debate complejo. No es sencillo porque hay una inercia, una trayectoria de cada universidad.
Los Campus de Excelencia Internacional son otra vía para la especialización de las universidades. El Ministro de Educación dijo en Murcia que se iban a reactivar.
El discurso del ministro Méndez de Vigo en Murcia fue una sorpresa. Yo pensaba que la actual convocatoria estaba agotada. De hecho acaba de aprobar una convocatoria bastante modesta dirigida a los campus existentes, no para nuevos. En julio, el consejero Antonio Ramírez nos dijo a los rectores que la Junta tenía intención de apostar por los campus de excelencia incluso si el Ministerio no lo hacía. Por tanto tenemos la intención de ambas administraciones de apostar por este modelo.
El concepto de los CEI está bien, pero necesitan un replanteamiento para sacarles más provecho. Su principal ventaja es que son campus interuniversitarios. Yo le he dicho a rectores andaluces que el sistema universitario andaluz tiene mucho más futuro como sistema universitario en su conjunto que como suma de universidades, y eso hay que aprovecharlo. Los Campus de Excelencia Internacional pueden ser una herramienta, no la única, para lograr ese objetivo. Pero hay que evitar que se conviertan en estructuras paralelas a las universidades ya existentes. Y tiene que haber financiación detrás. Nacieron con mucho impulso y acabaron decayendo. La crisis ha hecho mucho daño en su desarrollo.
Usted está muy comprometido en fortalecer los lazos que este campus tiene con la sociedad.
Lo tengo muy claro, y también mis antecesores. La UJA tiene que ser un motor de esta sociedad, y la relación con ella tiene que ser cada vez más estrecha. Necesitamos que conozcan todo lo que hacemos, tanto aquí como en Linares, y ver fórmulas parar que nos podemos aprovechar mutuamente.
En materia cultural estamos intentando sacar la Universidad a las calles con eventos en Jaén, Linares, y en el resto de la provincia. Tenemos que aprovechar el antiguo edificio de Magisterio de la capital como punto de referencia cultural de la Universidad en la ciudad por ser un sitio estratégico. Hemos trasladado allí una parte de los eventos que antes hacíamos aquí para acercarnos más a la gente. Tenemos una responsabilidad social con la provincia.
¿Es importante para la UJA estar bien valorados en los Ránking?
Es un tema novedoso y de moda en los campus españoles y hay que contar con ellos. El que diga que no le interesan los ránking se equivoca. Son indicadores que siguen estudiantes, docentes, investigadores, empresas, en todo el mundo y no podemos descuidar ese escaparate. Por ello tenemos un equipo que está trabajando para definir en qué ránking queremos centrarnos y saber cuáles son los indicadores que manejan para intentar mejorar en ellos.
Tampoco nos podemos obsesionar en ésto. Las misiones de la UJA las tenemos claras. Pero tenemos que tenerlos muy presentes. De hecho en el famoso Ránking de Shangai la UJA está entre las 75 mejores universidades del mundo junto a la de Granada en Informática, en ciencias de la computación.
Nosotros no podemos competir con universidades que por presupuesto y medios están en otra liga. Pero estamos ahí y estamos trabajando para estar ahí de una forma racional.
Otro reto de la UJA es la Internacionalización.
La internacionalización no es sólo movilidad en sentido estricto. Esta Universidad tiene que tener una proyección internacional mediante la movilidad de estudiantes y de profesores, pero también actividades sobre internacionalización, conferencias en otros idiomas, profesorado de otros sitios haciendo estancias de media y larga duración, estudiantes que hacen aquí sus doctorados, másteres, que las webs se puedan consultar en otros idiomas. Es algo más que una simple movilidad.
A nosotros nos interesan áreas geográficas como Europa, Latioamérica, Asia, y el norte de África para captar estudiantes. Prueba de nuestro grado de internacionalización es que nos acaban de conceder el proyecto K107 en el que, de todas las universidades españolas que se han presentado, la UJA ha sido la mejor valorada de todos, la que ha conseguido más financiación para movilidad. Actualmente nos visitan medio millar de estudiantes Erasmus y de otros programas de movilidad cada año.
También queremos potenciar las dobles titulaciones. Ya tenemos unos pocos, pero es algo que tenemos que mejorar, y atracción de profesorado visitante. Acabamos de aprobar un Reglamento para el profesorado visitante.
No me gustaría acabar sin preguntarle por la aportación de la UJA a un sector tan importante en Jaén como el aceite de oliva.
Es obvio el peso del sector en el PIB provincial, y la Universidad tiene que estar ahí aportando profesionales que contribuyan a una mayor profesionalización del sector. Hay consenso en que el sector tiene que avanzar hacia ahí, y nosotros tenemos que ser un puntal para el desarrollo de este sector. Aún nos falta cultura del aceite y tenemos que hacer hincapié aumentando el valor añadido de nuestro producto, el conocimiento del recurso, de cómo se cultiva, de los tipos de aceite que hay. Vender esta cultura de forma científica.
Pero no sólo formando profesionales contribuimos con el sector. En la UJA hay 119 grupos de investigación y en 39 de ellos se hace algún tipo de investigación relacionada con el aceite de oliva y el olivar. Aproximadamente un tercio de los grupos y en ramas del conocimiento diversas: ciencias, ingeniería, pero también humanidades, ciencias sociales y jurídicas. Se han dirigido cuarenta tesis doctorales en los últimos quince años relacionadas con el sector. Y tenemos un centro de investigación específico en Olivar y Aceite de Oliva que pretende convertirse en un referente universitario en este sector.
Y en materia de transferencia de conocimiento hemos firmado con empresas del sector 150 contratos en la última década.
