El Paraninfo Universitario de la Universidad de Málaga acogió hoy el acto de investidura de 31 nuevos doctores, de los 79 que leyeron sus tesis en la Universidad de Málaga en el curso 2017-18. Se trata de la segunda ceremonia de investidura de nuevos doctores que se celebra este año, después de la que tuvo lugar el pasado mes de enero, en la que fueron investidos los titulados que presentaron sus tesis en el curso 2016-17.
El solemne acto, presidido por el rector de la UMA, José Ángel Narváez, acompañado por el vicerrector de Estudios de Posgrado, Gaspar Garrote; y por el secretario general, Miguel Porras, comenzó con la interpretación de la pieza musical ‘Zarabanda Académica’ por parte del Coro Universitario. Seguidamente los decanos y directores de los centros, acompañados del secretario general, salieron a buscar a los nuevos doctores, que se encontraban a las puertas del Paraninfo, para conducirlos a sus asientos.
La ceremonia continuó con la lectura de la laudatio por parte del vicerrector de Estudios de Posgrado quien, utilizando el ejemplo de Santiago Ramón y Cajal, animó a los nuevos doctores a “disfrutar del privilegio de participar en la cadena del ser de la inteligencia, de la razón y de la constancia universitaria; privilegio que, lejos de gratuito, habéis conquistado con esfuerzo excelente”, recalcó.
La imposición de los birretes dio paso a la procesión de doctores hasta la mesa presidencial, acompañados por los decanos y directores del centro correspondientes, y sus directores de tesis. De los 31 que se han investido hoy, 14 han sido mujeres y 17 hombres.
En representación de los nuevos doctores, Ana José Marchena, de la Facultad de Ciencias de la Salud, prestó promesa de fidelidad, como indica la tradición en latín clásico y sobre el Libro de la Ciencia.
La última intervención correspondió al rector, quien comenzó su discurso reconociendo la capacidad y el talento de quienes “han confiado en una universidad pública para alcanzar el máximo grado académico, representando la esperanza de un futuro mejor”, señaló.
Además, el rector recalcó que una sociedad avanzada no puede desaprovechar el talento generado en la universidad, ya que “junto con la innovación, nos hace fuerte, nos estructura y nos cohesiona”. “La sociedad está obligada a ser sensible a vuestro talento”, manifestó.
La labor de las nuevas doctoras también ocupó un lugar destacado en la intervención del rector. Así, recordó que “la universidad pública se enorgullece día a día del trabajo hacia la igualdad”. “Haceos visibles. Representáis, al menos la mitad del talento y de la creatividad de nuestra sociedad” matizó. Además, Narváez apeló que la lucha por la igualdad es una cuestión también de los hombres, “cuando todos estemos comprometidos en ella conseguiremos las mejores cotas de bienestar”.
El rector también se refirió a la labor de los tutores y directores de tesis, resaltando su dedicación y sus valores científicos y humanos. Así, Narváez manifestó que “su mérito ha sido prepararos para un futuro que os va a exigir soluciones a problemas de los que hoy no se conoce ni siquiera el enunciado; su éxito ha sido convertiros en investigadores”.
Más fondos para la investigación
Durante su intervención, el rector volvió a reclamar a los dirigentes políticos más fondos para la investigación. Así insistió en que “nuestros responsables políticos no pueden ser insensibles a la investigación por más tiempo, es una cuestión de supervivencia social”. Continuó Narváez diciendo que “resulta a veces cansino reivindicar una y otra vez, en todos los foros la necesidad de una mayor apuesta por la ciencia, de más esfuerzo y de mejores estrategias, de reconocer el talento y la capacidad; pero en una sociedad cortoplacista estas palabras se han convertido en un discurso vano, nadie las escucha, seguramente porque el avance del conocimiento produce resultados a más largo plazo del que algunos quisieran”.
“Vosotros sois la expresión del talento que proyectamos hacia el futuro”, matizó el rector; y les pidió a los nuevos doctores que se comprometan como investigadores, como profesionales, como ciudadanos críticos y libres, formados en valores en una universidad pública. “Comprometeos por un mundo mejor y más justó” destacó.
Su discurso finalizó manifestando que “la sociedad os acoja por lo que valéis, os valore por vuestras capacidades y reconozca en vosotros el poder del conocimiento, para que, por una vez en la historia, el futuro nos coja preparados”. “En vosotras, en vosotros están las mejores esperanzas de la Universidad de Málaga”, concluyó.