Incendios forestales: estos animales pueden ser clave en la prevención

Compartir

El incremento de la temperatura, con veranos cada vez más cálidos y secos, está teniendo consecuencias letales para los bosques, con incendios forestales contra los que poco o nada se puede hacer. A las condiciones climáticas adversas se une el abandono de los entornos rurales, que favorece la proliferación de la naturaleza salvaje y la pérdida de los cortafuegos como praderas y otros espacios con una vegetación menos tupida, clave para frenar el avance de las llamas. Para recuperar lo que los expertos llaman el paisaje mosaico y prevenir incendios, hay un grupo de animales que pueden realizar una gran labor.

Grupo de ciervos en el espacio natural de Cabañeros, en Castilla-La Mancha.

El apego al bosque continuo es una idea que fomentó el romanticismo norteamericano, allá por el siglo XIX, cuyos escritores quedaban fascinados ante tal expresión de la naturaleza. Sin embargo, lo que para los románticos era fuente de placer e inspiración, para los habitantes de las regiones mediterráneas en un contexto de cambio global, supone un peligro constante y también una manera de reducir la defensa ante los incendios propios del bosque en estas regiones.

Los pastizales, zonas de cultivo y otras interrupciones en la continuidad del bosque introducidas por los seres humanos crean el paisaje mosaico. Y más allá de representar una fuente de recursos, estas actividades representan un importante escudo contra el fuego. Sin embargo, el abandono de las zonas rurales y la sustitución de la ganadería extensiva por granjas intensivas ha reducido estos cortafuegos empleados por la población desde hace siglos.

Qué animales pueden ser clave en la prevención de los incendios

Los grandes hervíboros, tanto domésticos como salvajes, son fundamentales en la prevención de los incendios forestales, según explica el Investigador Postdoctoral en Ética Ecológica, Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS – CSIC), Cristian Moyano Fernández, que defiende la introducción de ungulados salvajes y especies de ganadería para mantener el bosque.

Estas especies animales se encargan de limpiar el monte de vegetación, de reducir el combustible del que se alimentan los incendios forestales y, de paso, de romper la continuidad del paisaje. Contribuyen a crear esos espacios con una vegetación menos tupida, que ayudan a contener el avance de las llamas en caso de que se produzca un incendio forestal.

«Los grandes ungulados pueden desempeñar un papel clave en la limitación de los incendios, generando ecosistemas de mosaicos y facilitando procesos de cortafuegos naturales«, afirma este investigador del CSIC.

Qué ganadería extensiva es la más adecuada contra el fuego

La ganadería transhumante que mimetiza las funciones de los grandes herbívoros que ya no se encuentran en los bosques puede ser el tipo de ganadería adecuada para la conservación de la biodiversidad y compatible con la renaturalización que necesitan los espacios naturales, a fin de recuperar la resiliencia el fuego.

«Ahora bien, que la ganadería sea un complemento necesario para cubrir los déficits de la renaturalización es una conclusión que debe matizarse. Especialmente en lo que respecta, por un lado, a la comprensión que se tiene a veces de la renaturalización, que parece limitada a un ‘dejar hacer’ –donde solo se daría un proceso de reverdecimiento vegetal– y que no contempla la recuperación de herbívoros (salvajes), cuando en realidad sí lo hace», opina este experto. 

¿Se deben reintroducir herbívoros salvajes?

Otra de las cuestiones que se plantean en los procesos de renaturalización es si se deben reintroducir herbívoros salvajes. La respuesta que da Cristian Moyano Fernández es que sí, ya que en la cuenca mediterránea hay «millones de hectáreas» que necesitan con urgencia un incremento de la población de los herbívoros salvajes «porque sus funciones ecológicas son necesarias».

Sin embargo, debido a la fragmentación del territorio y la falta de conexiones entre los diferentes espacios naturales, esta tarea resulta complicada. «Quizá en todos los lugares no sea posible, de manera inminente, recuperar especies salvajes y que tengan libertad de movimientos. En cambio, las vías pecuarias para el pastoreo pueden presentarse como alternativas estructuralmente más asumibles a corto plazo», asegura este especialista.