El suelo del municipio burgalés de Olmillos de Sasamón esconde un tesoro escondido de los siglos V y VII. Todavía enterrados se encuentran los restos de uno de los templos cristianos más antiguos de la Península Ibérica, cuyo estudio ayudará a comprender mejor la expansión de la fe cristiana en el entorno del valle del Duero.
Desde 2017, los investigadores Jesús García Sánchez, del Instituto de Arqueología de Mérida (IAM-EEHAR-CSIC) y José M. Costa-García, de la Universidad de Salamanca (USAL), encabezan un proyecto que se ha convertido en un referente arqueológico en el valle del Duero. Mediante la combinación de novedosas tecnologías y otras herramientas de uso más común en Arqueología, han ido recuperando del olvido la historia de la campiña de Sasamón y la comarca del Odra-Pisuerga (Burgos).
A las prospecciones y excavaciones desarrolladas en el castro u oppidum turmogo del Cerro Castarreño (2017-2020), siguieron otras en las estructuras militares con las que los romanos asediaron el enclave indígena (2021-2022), o aquellas en el propio solar de Sasamón, antigua Segisamo (2022-presente). De forma paralela a estos últimos trabajos, los arqueólogos investigan con métodos no invasivos, como la fotografía aérea y la prospección geofísica, el importante yacimiento romano de Santa Olalla (Olmillos de Sasamón, Burgos), un complejo suburbano que permitirá ahondar en el conocimiento del paisaje segisamonense durante las últimas etapas del dominio romano y los inicios de la edad media (siglos IV-VII d.C.).
Cómo se identificó este templo cristiano del siglo V
En 2022, una fotografía aérea reveló la presencia de una estructura rectangular rematada en ábside junto al edificio principal de la villa romana. Gracias a la colaboración con el Laboratorio de Arqueología de Mínima Invasión. MinarqLab —uno de los servicios de apoyo a la investigación en técnicas geofísicas más importante del CSIC— y sus investigadores Victorino Mayoral y Carlos Cáceres, en 2023 se iniciaron las prospecciones geofísicas en el lugar. Aunque en primera instancia estos trabajos no permitieron definir con claridad la planta del edificio, la sorpresa fue mayúscula tras finalizar el lento procesamiento informático de los datos geofísicos: los arqueólogos estudiaron con las evidencias a una profundidad determinada y consiguieron observar la planta de la estructura con total nitidez. “Visualizar la estructura fue un momento mágico, la confirmación de la hipótesis en la que llevábamos dos años trabajando”, apunta Jesús García Sánchez.
Desde ese momento hasta la publicación del artículo Un posible edificio de culto tardoantiguo en Santa Olalla (Olmillos de Sasamón, Burgos) documentado mediante métodos no invasivos en la revista Archivo Español de Arqueología de 2024 los investigadores han estudiado la compleja información que produce el sistema geofísico del georradar, interpretando no solo la estructura del posible edificio, sino también las estructuras a las que se superpone, y el estado de conservación de los paramentos. Esto ha sido posible gracias al equipamiento de alta resolución Strem C de IDS aportado por el MinarqLab.
Qué otros ejemplos de culto cristiano han aparecido en la zona
El estudio de la planta del edificio y su relación con el gran complejo de Santa Olalla, aún en proceso, desembocó en el estudio de paralelos de edificios de culto cristianos asociados a villas romanas. Se conocen numerosos ejemplos de culto cristiano en estructuras construidas dentro y junto a las villas de época tardía en un fenómeno muy extendido no solo por el valle del Duero. En este caso, la iglesia de Mijangos (Burgos) ofrece un interesante paralelo estructural y permite una primera aproximación cronológica en época visigoda. Los arqueólogos advierten, sin embargo, que estos datos deben tomarse con cautela a la espera del desarrollo de nuevas excavaciones arqueológicas en el lugar.
“Estamos seguros de que los trabajos en Santa Olalla seguirán arrojando nuevas sorpresas, pero también somos conscientes de que debemos ir paso a paso y contar con todas las garantías para la conservación y puesta en valor del yacimiento”, indica José M. Costa-García. En la actualidad, el proyecto cuenta con el apoyo económico del Ayuntamiento de Sasamón, la Junta Vecinal de Olmillos de Sasamón y la Diputación de Burgos, pero los arqueólogos reconocen la inestimable ayuda proporcionada por la comunidad local. “La colaboración de los vecinos de Sasamón y Olmillos de Sasamón ha sido imprescindible para realizar el trabajo, sin la comunidad local no habríamos podido sacar este proyecto adelante”, apostilla Jesús García Sánchez.
En los últimos cuatro años, la producción científica del proyecto ha sido de 9 artículos, 12 capítulos de libro y 14 conferencias centradas en diferentes ámbitos de la investigación alrededor de la antigua Segisamo. Estas cifras certifican la consolidación de una iniciativa investigadora que, sin embargo, todavía busca un marco institucional que le permita mantenerse en el tiempo.