Un estudio internacional coordinado por la Universidad de Granada demuestra que el nivel de capacidad aeróbica de los niños y jóvenes, calculable con una prueba física denominada ‘test de ida y vuelta’, es una excelente herramienta para identificar quiénes de ellos tienen un mayor riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular o un infarto de miocardio.
El trabajo, que publica la prestigiosa revista British Journal of Sports Medicine, analiza datos de más de 9000 niños y jóvenes de entre 8 y 19 años, procedentes de 14 países
El trabajo ha sido coordinado por Jonatan Ruiz, investigador Ramón y Cajal del departamento de Educación Física y Deportiva de la UGR, y supone una nueva revisión sistemática y meta-análisis en la que los investigadores revisaron siete estudios que incluyen más de 9000 niños y jóvenes de entre 8 y 19 años, procedentes de 14 países.
La investigación ha revelado la gran utilidad de los puntos de corte de nivel de capacidad aeróbica, que se calcula con el llamado ‘test de los 20 metros’ o ‘test de ida y vuelta’, una prueba sencilla consistente en correr esa distancia a una velocidad que se va incrementando progresivamente, y que puede ser evaluado por el profesor de Educación Física en el colegio.
“Por debajo de los niveles de aptitud recomendados (un consumo máximo de oxígeno de 42 y 35 ml/ kg/min para niños y niñas, respectivamente) debemos plantear una bandera roja que nos mantenga alerta”, apunta Jonatan Ruiz. Dichos puntos de corte para identificar a estos niños y adolescentes en riesgo pueden determinarse a través de un sencillo test de condición física y deberían implementarse en los programas de prevención cardiovascular de Primaria y Secundaria.
Una información muy valiosa
“A pesar de que este test de aptitud es ampliamente utilizado en las escuelas y nos ofrece una información sobre el estado de salud de enorme valor, los médicos y agentes de salud que evalúan el riesgo de enfermedad cardiovascular presente o futura en estas edades todavía no han adoptado estas normas”, afirma el investigador de la UGR.
Los autores de este trabajo advierten de que es necesario establecer normas internacionales relacionadas con la capacidad aeróbica similares a las que se emplean para la determinar el sobrepeso o la obesidad.
Los resultados de la investigación revelaron que el porcentaje de niños y adolescentes con riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares oscilaba entre el 6% y el 39% para los niños y entre el 6% y el 86% para las niñas.
Los chicos con un nivel de capacidad aeróbica superior a 42 ml/kg/min tenían 5,7 veces más riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular, una cifra que en el caso de las niñas se tradujo en que a partir de 35 ml/kg/min eran 3,6 veces más propensas a estar en riesgo.
El ‘test de los 20 metros’ se utiliza actualmente en la mayoría de los centros educativos de España, así como en muchos países europeos, para medir la capacidad aeróbica de los menores.
Esta investigación ha determinado que dicha prueba sirve, además, para determinar qué niños y niñas tienen una peor salud cardiovascular, y deberían someterse a un programa de intervención para mejorarla.