Los humedales son fundamentales en los ecosistemas, sin embargo, los cambios de uso del suelo, la ocupación del territorio y la sequía están llevando a estas reservas de vida a una situación insostenible. ¿Qué ocurre cuando uno humedal desaparece y qué papel juega en el medio ambiente? Especialistas de la Universidad de Chile aclaran estas cuestiones.
Alexis Velásquez, académico del Departamento de Geografía de la Universidad de Chile, asegura que “la acción humana representa la principal amenaza para los humedales. Las perturbaciones como la urbanización, la actividad industrial, el turismo masivo y mal gestionado, la construcción de infraestructuras y el vertido de aguas residuales pueden causar daños irreversibles”.
Si bien hay una ley sobre Humedales Urbanos que está a la altura, Ximena Insunza, académica de la Facultad de Derecho, señala que “aún falta proteger los humedales urbanos y gestionarlos para que la protección sea más que un acto administrativo y perdure en el tiempo”.
Qué papel desempeñan los humedales en el medio ambiente
Los humedales no son cualquier espacio dentro de la naturaleza, detalla el académico. “Los humedales desempeñan un papel crucial en el ecosistema por varias razones fundamentales. En primer lugar, sirven como hábitat para numerosas especies que dependen exclusivamente de estos entornos para su supervivencia. Si los humedales se degradan o desaparecen, estas comunidades de especies también se verán afectadas”, explica Alexis Velasquez.
Este mismo especialista añade que los humedales forman parte del sistema natural de defensa contra el cambio climático, al proteger frente a inundaciones, tsunamis, marejadas, contaminación, escasez de agua y olas de calor. “Estos ecosistemas nos permiten conectarnos con la naturaleza, observar otras formas de vida y realizar actividades recreativas, lo que tiene enormes beneficios para nuestra salud física y mental”.
A qué amenazas se enfrentan estas masas de agua
Alexis Velásquez explica que “los humedales son vulnerables a una serie de amenazas, principalmente causadas por actividades humanas. Entre los daños más relevantes se incluyen la alteración de las características físicas del entorno, como cambios en el nivel de agua, compactación del suelo, desecación, drenaje, relleno con materiales de construcción, ruidos y vibraciones. Además, las alteraciones químicas en la calidad del agua, la atmósfera y el suelo, generalmente como resultado de la contaminación, representan una amenaza significativa. También, las actividades directas como la pesca, la caza, la extracción de leña y la introducción de especies exóticas pueden afectar negativamente a las comunidades de plantas y animales en los humedales”, detalla el especialista.
“La acción humana representa la principal amenaza para los humedales. Las perturbaciones como la urbanización, la actividad industrial, el turismo masivo y mal gestionado, la construcción de infraestructuras y el vertido de aguas residuales pueden causar daños irreversibles en estos ecosistemas. Esto ha llevado a muchos humedales a estar en peligro de extinción debido a la actividad humana. Sin embargo, también tenemos la capacidad de proteger y coexistir responsablemente con estos valiosos entornos”, señala el profesor Velásquez.